Tucumán: Identifican los restos de 19 desaparecidos en el Pozo de Vargas
Con ellos llegaron a 105 las personas identificadas en el Pozo de Vargas, la fosa común clandestina de 3 metros de diámetro por 40 metros de profundidad que fue utilizada por la dictadura cívico militar para desaparecer a sus víctimas. Aún queda trabajar sobre los 7 metros más profundos del pozo.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y el Colectivo de Arqueología, Memoria e Identidad de Tucumán (CAMIT) identificaron los restos de otras 19 personas que fueron víctimas del terrorismo de Estado durante la dictadura cívico militar y estaban sepultadas en el Pozo de Vargas.
Entre los identificados se encuentran Armando Archetti, Dardo Exequiel Arias, Julio César Campopiano, René Armando Castellano, Alba Luz Consentino, Federico Aldolfo Furth, Néstor Ubaldo Herrera, María Trinidad Iramain, Félix Daniel López, Angel Vicente Manfredi, Julio Antonio Martín y Angel Alfonso Madina.
También fueron identificados Ricardo Alberto Pisculichi o Rolando Jesús Pisculichi -hermanos, siendo indistinguibles desde el punto de vista genético- Humberto Rubén Ponce, Pedro Rodoletto, María Teresa Sánchez, Juan Carlos Trejo y Hugo Arnaldo Vega.
Uno de los integrantes del CAMIT, Ruy Diego Zurita, explicó que con ellos «suman 105 las personas identificadas en el denominado Pozo de Vargas», una fosa común clandestina de 3 metros de diámetro por 40 metros de profundidad que fue utilizada para ocultar los cuerpos de personas detenidas y asesinadas en Tucumán desde el comienzo del Operativo Independencia, en 1975, y durante la última dictadura, hasta 1979 aproximadamente.
«Del Pozo se han sacado una gran cantidad de restos óseos y, además de los que ya fueron identificados, hay alrededor de 30 restos más que siguen siendo analizados» indicó Zurita, quien agregó que por ello «es necesario que los familiares que tengan una persona desaparecida y que puedan haber pasado por Tucumán o sean de la provincia acerquen sus muestras de sangre a la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas».
Por su parte, el fiscal federal Pablo Camuña, coordinador de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad de Tucumán, confirmó a través de su cuenta de Twitter que, hasta la fecha, «se recuperaron 37.000 fragmentos de restos óseos», así como «más de 100 proyectiles, prendas de vestir, anillos y vendas».
«Resta aún trabajar sobre los últimos 7 metros del Pozo de Vargas», informó, a la vez que reclamó al Consejo de la Magistratura que «habilite los fondos necesarios para ese trabajo».
En tanto, desde la secretaria de Derechos Humanos de la provincia se señaló que es necesario «seguir profundizando las políticas de memoria, verdad y justicia para poder continuar con este trabajo tan importante para la sociedad argentina».
«Tengo la certeza de que el Pozo de Vargas se está convirtiendo en la prueba irrefutable de la lógica del genocidio del que fue víctima el país. Estos hallazgos demuestran el uso de toda la estructura del Estado para perseguir, torturar, asesinar, desaparecer y no hacerse cargo del inmenso daño producido a la sociedad», dijo Marta Rodoletto, hija de Pedro Rodoletto, una de las 19 personas identificadas.
Marta contó que, con su padre, ya están identificados los cinco miembros de su familia secuestrados por la dictadura militar el 2 de noviembre de 1976: sus hermanos Jorge (25 años) y Silvia (26), su cuñada Azucena Bermejo (23), y sus padres María Cenador de Rondoletto (51 años) y Pedro (56). «Sólo nos falta saber dónde está mi sobrino, porque mi cuñada estaba embarazada de cuatro meses cuando se la llevaron. Y lo voy a seguir buscando», aseguró Rondoletto.
«Esto demuestra que no puede haber una reconciliación con los que llevaron adelante estas prácticas perversas, porque los familiares, para saber dónde están nuestros seres queridos, tenemos que seguir arañando la tierra», concluyó.