Economía

Desaceleración en la inflación de alimentos y perspectivas optimistas para el cierre de abril

En medio de un panorama económico desafiante, la segunda quincena de abril trae consigo señales alentadoras en el frente de la inflación, particularmente en el sector de alimentos. Tras un marzo marcado por un aumento del 11% en los precios, los últimos datos indican una desaceleración en la escalada de los costos, lo que podría resultar en la cuarta baja consecutiva del índice general.

Distintas consultoras han ajustado sus proyecciones en línea con los objetivos gubernamentales de alcanzar un índice de inflación de un dígito en el primer semestre del año. Este esfuerzo por contener la espiral inflacionaria responde no solo a una necesidad económica, sino también a la urgencia de transmitir señales positivas a una sociedad ansiosa por ver mejoras en su calidad de vida.

La desaceleración observada en el índice de inflación, sin embargo, no surge de un escenario de bonanza, sino más bien como resultado de una caída significativa en la demanda. Los indicadores de diversas cámaras comerciales, como CAME o la CAC, reflejan claramente la falta de consumo en varios sectores.

A pesar de este contexto, varias consultoras coinciden en que la dinámica de los precios de alimentos y bebidas ha vuelto a perder impulso después del pico registrado en marzo. Esta tendencia podría compensar parcialmente los efectos de los aumentos en las tarifas de servicios públicos, lo que permitiría cerrar abril con una inflación estimada entre el 9% y el 10%.

Eco Go, por ejemplo, reportó una inflación en alimentos del 0,2% para la segunda semana de abril, marcando un descenso significativo en comparación con semanas anteriores. Por su parte, otras consultoras como LCG y el IPC-Libertad y Progreso también registraron una desaceleración en la escalada de precios, especialmente en el segmento de alimentos.

Marina Dal Poggetto, directora de una de estas consultoras, señaló que, si bien los precios continúan aumentando, lo hacen a un ritmo más moderado. Proyecciones recientes indican que la inflación en alimentos podría cerrar el mes en torno al 5,4%, lo que contribuiría a una baja en el índice general mensual.

Eugenio Marí, economista Jefe de Libertad y Progreso, anticipa que esta tendencia de desaceleración podría mantenerse en los próximos meses, con la posibilidad de que el índice de precios al consumidor se sitúe en torno al 7%-8% para mayo.

Por otro lado, María Castiglioni, directora de C&T Asesores Económicos, destacó la consolidación de la desaceleración en la segunda semana de abril, especialmente en los subrubros de alimentos. Esto sugiere que, a pesar de los ajustes en tarifas de servicios, la inflación total del mes podría mantenerse en un dígito.

Si bien es importante celebrar estas señales positivas en el frente de la inflación, es fundamental seguir de cerca la evolución de los precios y las políticas económicas implementadas para garantizar una verdadera estabilidad y bienestar para todos los argentinos

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