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Un ciclón podría golpear la Argentina el 22 de junio con vientos extremos

Un sistema meteorológico inusual está en desarrollo frente a las costas argentinas. Un centro de baja presión profunda, con características típicas de un ciclón extratropical en fase madura, se aproxima a la región patagónica y afectará desde Río Negro hasta el sur de Buenos Aires entre la noche del 21 y el mediodía del 22 de junio. Con vientos que podrían superar los 100 km/h, olas de más de cinco metros y condiciones climáticas extremas, se espera un impacto significativo en zonas costeras.

Según datos proporcionados por modelos numéricos como el ECMWF (European Centre for Medium-Range Weather Forecasts), un sistema ciclónico intenso se está desarrollando frente a la costa atlántica argentina. Este fenómeno, clasificado como un ciclón extratropical en etapa de madurez, presenta una presión mínima de 995 hPa y una estructura cerrada, lo cual refuerza su potencial de generar efectos severos en la región.

La zona de mayor impacto será precisamente aquella donde el sistema alcance su máxima intensidad: frente a Mar del Plata, extendiéndose hacia el norte de Chubut y el sur de Buenos Aires.

Las ráfagas máximas registradas por los modelos alcanzan los 120 km/h frente a Viedma, mientras que los vientos sostenidos oscilarán entre los 65 y 85 km/h. Esta masa de aire, cargada de humedad y frío, se desplazará hacia el continente en forma de advección ciclónica, incrementando el riesgo de condiciones climáticas adversas.

El oleaje también será uno de los aspectos más preocupantes. Se estiman olas de hasta 5.3 metros en el Golfo San Matías y la costa bonaerense, con periodos medios de ocho a nueve segundos. Esto aumenta considerablemente el riesgo de erosión costera e inundaciones menores en áreas bajas.

Aunque no se prevén precipitaciones generalizadas, la combinación de un marcado desplome térmico —con humedad relativa del 69% en niveles medios— y la presencia de vientos en chorro podría generar lluvias convectivas aisladas sobre Bahía Blanca y La Pampa. Algunas de estas tormentas podrían ser repentinas y localizadas, con cierta probabilidad de granizo o actividad eléctrica.

Además, la percepción térmica será notablemente más fría debido al fuerte viento, lo que podría sorprender incluso a los habitantes más acostumbrados al clima invernal en la región.

Aunque no se trata de un ciclón tropical —como los que suelen formarse en el Atlántico norte o el Pacífico—, el fenómeno tiene todas las características de un sistema ciclónico intenso: baja presión muy marcada, circulación cerrada y vientos que exceden los 100 km/h. Su ubicación sobre el océano frente a la costa argentina y su interacción con masas frías continentales amplifican sus efectos, especialmente en zonas costeras.

Este tipo de eventos no es común en esta época del año, y aunque los ciclones extratropicales son frecuentes en latitudes altas, su proximidad a la costa y la magnitud de los vientos los convierte en un fenómeno de alto interés para autoridades y población.

Los principales riesgos asociados al sistema incluyen:

Peligro para embarcaciones menores , con alertas rojas posibles para navegación.
Interrupción de servicios marítimos y pesqueros en la costa patagónica y bonaerense.
Daños por erosión costera , especialmente en playas expuestas al oleaje prolongado.
Cortes de tráfico en rutas costeras , por acumulación de agua o caída de árboles.
Problemas de conectividad en zonas rurales y costeras si hay tormentas convectivas.
Ante esto, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) recomienda estar atento a nuevas actualizaciones, evitar actividades al aire libre durante las horas de mayor intensidad del viento y restringir salidas marítimas sin coordinación previa con autoridades portuarias.

La evolución del sistema será clave durante las próximas 48 horas. Los modelos indican que la mayor intensidad del fenómeno se dará entre la noche del 21 y el 22, con un lento desplazamiento hacia el este, alejándose de la costa continental.

Mientras tanto, autoridades locales y provinciales ya activaron protocolos de monitoreo y comunicación preventiva. Las provincias de Río Negro, Chubut y Buenos Aires son las zonas prioritarias para atención de emergencias.

Los ciudadanos deben mantenerse informados a través de canales oficiales y redes sociales de defensa civil, y preparar medidas de seguridad en hogares y comercios ubicados en zonas expuestas al viento y al oleaje.

En pleno invierno, Argentina enfrenta un evento climático inusual que pone a prueba la capacidad de respuesta de comunidades costeras y sistemas de alerta temprana. Aunque no se trata de un huracán, el impacto puede ser similar en términos de viento, oleaje y riesgo. La mejor defensa sigue siendo la prevención.

 

Imagen del Servicio Meteorológico Nacional

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