Paro de Porteros: ATE ratifica medida ante silencio oficial
En una contundente muestra de descontento, la primera jornada de paro convocada por ATE en el Ministerio de Educación provincial ha alcanzado una adhesión del 80% en escuelas y oficinas.
La ausencia de respuesta oficial al reclamo de aumento salarial por parte del sindicato ha llevado a los porteros de escuela a manifestarse, expresando así su malestar.
Rodrigo Vicente, secretario general de ATE, instó al Gobierno a tomar nota del apoyo de los porteros a la medida adoptada por el plenario de delegados de Educación. En sus declaraciones, Vicente expresó su preocupación por el deterioro de las condiciones salariales del personal de servicio de apoyo, destacando la insuficiencia de fondos que afecta directamente a aspectos como alimentos, insumos de limpieza y mantenimiento escolar.
La medida de ATE contempla una serie de demandas, entre las que se encuentra la sustitución de horas suplementarias por horas extras, de acuerdo con la Ley 3487 de la administración pública rionegrina. Esto implicaría una compensación justa para los trabajadores, ya sea con francos o a través de un cálculo diferencial a su favor. Además, el sindicato busca un aumento proporcional en los adicionales, así como el pago de recategorizaciones.
La protesta también aborda la necesidad de pasar a contrato a los trabajadores «Horas Cátedra» y lograr la inclusión en la planta permanente del Estado para aquellos actualmente contratados. Asimismo, se exige el cumplimiento de jornadas institucionales con horarios definidos de capacitación no laborables.
ATE, anticipándose a posibles soluciones a largo plazo, ha anunciado la intención de crear una comisión revisora del manual de Misiones y Funciones, así como otra comisión dedicada a la redacción de un proyecto de convenio colectivo de trabajo sectorial.
Con la ratificación de la medida de fuerza para el miércoles 15 y jueves 16 de noviembre en los 15 consejos escolares de la provincia, los porteros de escuela buscan no solo mejoras salariales inmediatas, sino también cambios estructurales que beneficien a todo el personal de servicio de apoyo en el ámbito educativo. El Gobierno, por su parte, enfrenta la presión de dar una respuesta oficial a estas legítimas demandas sindicales.
