Ciencia

La Lagartija Única del Mundo: Descubrimiento en Vaca Muerta

En las vastas tierras de Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén, Argentina, se ha producido un emocionante descubrimiento que ha dejado a la comunidad científica maravillada.

Se trata de Liolaemus kulinko, una especie de lagartija única en el mundo que ha encontrado su hogar en las arenas del bajo de Añelo. Este hallazgo, recientemente publicado en la prestigiosa revista internacional «European Journal of Taxonomy», representa un hito significativo en la investigación de la biodiversidad en Argentina y, en particular, en Neuquén.

Liolaemus kulinko: Un Especimen Singular

Esta nueva especie de lagartija, bautizada como Liolaemus kulinko, ha demostrado ser un hallazgo excepcional. Endémica de Aguada Pichana en el bajo de Añelo, esta lagartija se ha adaptado de manera impresionante a los suelos arenosos de la región. Es ovípara, se alimenta de insectos y tiene un tamaño que oscila entre mediano y grande, lo que le confiere una apariencia robusta. Su coloración de fondo varía entre el grisáceo y el marrón claro, mientras que su dorso exhibe manchas circulares o irregulares de color blanco amarillento que se extienden desde el cuello hasta la mitad del cuerpo, desvaneciéndose gradualmente hacia la cola. Además, las escamas turquesas y azul claro dispersas por todo su cuerpo la hacen aún más distintiva. Algunos machos también presentan escamas turquesa, verdes y azules iridiscentes a lo largo de la cola.

Un Descubrimiento de Valor Científico y Ecológico

El hallazgo de Liolaemus kulinko es de suma importancia tanto para la ciencia como para la conservación de la biodiversidad en la región de Patagonia. Neuquén es conocida por ser una de las provincias argentinas con las tasas más altas de especies endémicas de reptiles. Esta nueva lagartija se suma a la impresionante lista de especies únicas en la zona, que incluye a Liolaemus cuyumhue, Liolaemus quinterosi y Liolaemus calliston.

El proceso de identificación de esta nueva especie fue un desafío. Los primeros indicios de su existencia surgieron durante una expedición en 2016 liderada por el Dr. Cristian Abada, en la que se tomaron fotografías de ejemplares de Liolaemus kulinko. En un principio, estas lagartijas fueron confundidas con otras de la especie Liolaemus mapuche. Sin embargo, con el tiempo, el Dr. Abdala notó diferencias en el patrón de coloración y otros detalles morfológicos que llevaron a la hipótesis de que se trataba de una nueva especie.

Finalmente, en 2021, gracias a la colaboración con la empresa Geólogos Asociados S.A. en un proyecto de biodiversidad para Total Austral S.A., se pudieron llevar a cabo los estudios poblacionales, anatómicos y genéticos necesarios para confirmar el descubrimiento de Liolaemus kulinko.

La Conservación de los Reptiles en Patagonia: Un Desafío Continuo

El descubrimiento de Liolaemus kulinko es un recordatorio de la riqueza de la biodiversidad en Patagonia y Argentina en su conjunto. A pesar de que más de 285 especies de lagartijas ya han sido descritas para este género, el conocimiento sobre su biología, poblaciones y conservación sigue siendo limitado en muchas de ellas.

La conservación de los reptiles en Patagonia es un tema de importancia central, y este descubrimiento subraya la necesidad de seguir investigando y protegiendo estas especies únicas. El trabajo de científicos y colaboradores de instituciones como CONICET, universidades nacionales y el Museo Patagónico de Ciencias Naturales «Juan Carlos Salgado» de Roca es fundamental para comprender y preservar la diversidad de la vida en esta región.

En resumen, Liolaemus kulinko es un tesoro natural que ha encontrado su hogar en Vaca Muerta, y su descubrimiento nos recuerda la importancia de continuar explorando y protegiendo la riqueza de la biodiversidad en Argentina, particularmente en la región de Patagonia.

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