Ambiente

La Importancia Vital del Agua en la Productividad Agrícola: Recomendaciones de Especialistas del INTA

En la vasta llanura argentina, donde el verde de los cultivos se extiende hasta donde alcanza la vista, un recurso invisible pero vital sostiene la productividad del agro: el agua. Es un tesoro preciado, un factor determinante que puede impulsar o limitar la producción de alimentos en nuestro país.

Según expertos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), entre el 70 y el 80 por ciento de la productividad en el sector agropecuario argentino depende directamente del agua. Esta afirmación no es una exageración, es una realidad que subraya la necesidad urgente de gestionar este recurso con inteligencia y responsabilidad.

En un mundo donde solo el 3% del agua es dulce y la mayor parte se destina a la agricultura, es esencial ser conscientes de la importancia de ser eficientes en su uso. ¿Cómo podemos lograrlo? Los especialistas del INTA nos ofrecen un panorama claro y una serie de estrategias fundamentales.

Estrategias para una Gestión Eficiente del Agua en la Agricultura
Mejorar la Capacidad de Captación y Almacenaje del Agua en los Suelos
Uno de los primeros pasos para optimizar el uso del agua en la agricultura es mejorar la capacidad de los suelos para retenerla. Prácticas como la rotación de cultivos, el uso de cultivos de cobertura y la fertilización adecuada son clave en este sentido.

Cultivos de Cobertura: Una Herramienta Esencial
Los cultivos de cobertura no solo protegen el suelo de la erosión y mejoran su estructura, sino que también contribuyen significativamente a la captación y distribución del agua. Mantener el suelo cubierto durante todo el año es estratégico, especialmente en regiones con pendiente, donde puede ayudar a evitar la pérdida de agua por escurrimiento.

Adaptación a Escenarios Contrastantes
La agricultura no es inmune a los cambios climáticos y a los escenarios impredecibles. Es fundamental adaptarse y anticiparse a estos cambios para mantener la productividad. Conocer las características del suelo, las profundidades de las napas freáticas y las necesidades específicas de cada cultivo son aspectos clave para una gestión eficiente del agua.

La Ciencia al Servicio de la Agricultura Sostenible
El INTA, con más de 30 años de experiencia en el monitoreo del agua y el desarrollo de estrategias agrícolas, se ha convertido en un referente indiscutible en este campo. Su enfoque sistemático, que combina el estudio de los suelos, el clima y los cultivos, ha permitido identificar las mejores prácticas para mejorar la productividad de manera sostenible.

Conclusiones
En un contexto donde la demanda de alimentos no deja de crecer y los recursos naturales son cada vez más limitados, la gestión eficiente del agua se vuelve indispensable. Con el conocimiento y las herramientas adecuadas, podemos asegurar no solo la productividad del presente, sino también la sostenibilidad del futuro de nuestra agricultura.

Fuente
INTA
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