La Importancia de los Techos Verdes en la Gestión de Lluvias Urbanas
Los techos verdes se están convirtiendo en una solución clave para enfrentar el desafío de las lluvias excesivas. Conocé los beneficios, la construcción y el impacto de esta infraestructura estratégica en la calidad de vida urbana y el medio ambiente.
Expertos del INTA resaltan la importancia de adoptar medidas preventivas ante fenómenos climáticos adversos mediante la implementación de infraestructuras estratégicas como los techos verdes, que pueden erigirse sobre superficies horizontales de edificios o viviendas con múltiples beneficios para las áreas urbanas. Estas estructuras no solo ayudan a reducir las temperaturas dentro de los espacios interiores, sino que también absorben y retienen el agua de lluvia, disminuyendo el flujo hacia los desagües pluviales y mitigando el riesgo de inundaciones. Aquí te presentamos las pautas fundamentales para su construcción.
En un contexto donde las ciudades exhiben un paisaje dominado por construcciones de todo tipo, con escasos espacios verdes, la impermeabilización de los suelos urbanos dificulta la adecuada gestión del agua de lluvia, especialmente durante eventos climáticos extremos. Ante este desafío, los especialistas del INTA subrayan la importancia de tomar medidas proactivas e invertir en infraestructuras como los techos verdes, destinadas a regular el exceso de precipitaciones y así reducir su impacto negativo en el entorno urbano.
Según Santiago Stancanelli, especialista del Instituto de Floricultura del INTA Castelar, «los techos verdes o vivos constituyen una forma de infraestructura verde que puede implementarse en superficies horizontales de edificios o construcciones, permitiendo el desarrollo de vegetación y aportando múltiples beneficios al entorno circundante». Estos techos actúan como superficies absorbentes de agua de lluvia, funcionando como una esponja que retiene el agua por más tiempo y reduce el riesgo de inundaciones durante lluvias intensas.
Además de sus beneficios hidrológicos, los techos verdes ofrecen la oportunidad de fomentar la biodiversidad mediante el crecimiento de diferentes especies vegetales, lo que contribuye al establecimiento de flora y fauna autóctona. Asimismo, permiten la creación de nuevos espacios verdes accesibles para actividades recreativas o simplemente para disfrute visual, mejorando así el valor estético y la calidad de vida de los habitantes urbanos.
Otro aspecto destacado por Stancanelli es la capacidad de los techos verdes para reducir la temperatura interior en épocas estivales, lo que conlleva un menor consumo de energía destinada a la refrigeración de los espacios habitables. Esta característica también ayuda a mitigar el fenómeno conocido como «isla de calor», común en las grandes ciudades donde la acumulación de calor en el entorno urbano dificulta su enfriamiento natural.
Para construir un techo verde de manera exitosa, es fundamental contar con el asesoramiento y la colaboración de profesionales especializados en diversas áreas, como la estructural, la hidráulica y la botánica. Este enfoque interdisciplinario garantiza la adecuada planificación y ejecución del proyecto, asegurando su durabilidad y eficacia a lo largo del tiempo.
En cuanto a su composición, los techos verdes constan de varias capas, según explica Damián Sisaro, investigador del Instituto de Floricultura del INTA. La capa base actúa como membrana impermeable para evitar filtraciones hacia el interior de la construcción, seguida por un sistema de drenaje que facilita el escurrimiento del agua excedente. Además, se incluye una membrana anti raíz para proteger la estructura del techo y una capa de sustrato donde las plantas pueden enraizar y crecer. Finalmente, se añade la capa de vegetación, que puede variar según el tipo de techo verde y las condiciones climáticas de la región.
Existen dos tipos principales de techos verdes: los intensivos, que requieren un mantenimiento similar al de un jardín tradicional y pueden albergar una gran variedad de plantas, y los extensivos, de bajo mantenimiento y adecuados para especies vegetales de requerimientos hídricos reducidos. Estos últimos no suelen ser transitables y se caracterizan por su baja profundidad de sustrato y su escaso o nulo sistema de riego una vez establecidos.
Desde hace más de una década, el Instituto de Floricultura del INTA trabaja en el desarrollo de techos verdes sostenibles, evaluando el uso de especies vegetales autóctonas y la composición de sustratos adecuados para este fin. Como resultado de estas investigaciones, se han elaborado manuales disponibles en las plataformas del INTA que brindan información detallada sobre las plantas y los sustratos recomendados para la implementación de techos verdes sustentables
