Condenan a Policía por No Evitar Torturas a Detenido Asesinado en Comisaría de Cipolletti
En un impactante caso que ha conmocionado a la ciudad rionegrina de Cipolletti, un oficial de policía fue condenado tras un juicio abreviado por no haber evitado las torturas infligidas a Jorge Gatica, un hombre de 36 años que había sido detenido por un motivo trivial y que, trágicamente, perdió la vida en custodia policial.
Este caso ha desencadenado un profundo escrutinio sobre el abuso de poder y la falta de integridad en las fuerzas de seguridad.
Los hechos se remontan a la noche del 9 de enero, cuando Jorge Gatica se encontraba en una camioneta S10 junto a Martín Urrutia. La víctima decidió detenerse en una despensa para comprar chorizos y carne, pero al salir corriendo sin pagar, fue perseguido por los dueños del comercio. Fue en ese momento cuando una menor de edad que pasaba por la comisaría local alertó a la policía sobre la situación.
Cuatro oficiales, identificados como el sargento Vilmar Alcides Quintrel, el cabo primero Jorge Luciano Sosa, la sargento primera Andrea Carmen Henríquez y el cabo primero Walter Denis Carrizo, llegaron al lugar y redujeron a Gatica con una toma por el cuello. Lo detuvieron y lo trasladaron a la comisaría bajo la sospecha de haber cometido un hurto menor.
Una médica de guardia examinó a Gatica al llegar a la comisaría y certificó que tenía traumatismos faciales y escoriaciones, aparentemente sufridos durante su detención, pero consideró que no necesitaba atención adicional. Sin embargo, lo que sucedió a partir de ese momento es verdaderamente escalofriante.
Los policías mantuvieron a Gatica bajo su control durante aproximadamente dos horas y media, tiempo durante el cual, según la investigación, lo golpearon brutalmente. La autopsia reveló que sufrió más de cincuenta lesiones en todo su cuerpo, producto de golpes, patadas y el uso de objetos contundentes. Estas lesiones, indudablemente, contribuyeron a su trágica muerte.
En el procedimiento abreviado, el oficial ayudante Gastón Alexis Moraga, quien se encontraba de servicio la noche de los hechos, admitió su culpa por no haber evitado que sus compañeros torturaran a Gatica y por incumplimiento de los deberes de funcionario público. Moraga, visiblemente afectado, pidió perdón a la familia de la víctima y reconoció que, como oficial de la Policía provincial, tenía la responsabilidad de proteger la integridad de quienes estaban bajo custodia.
El abogado Rubén Antiguala, representante de la familia de la víctima, destacó la importancia de esta condena, enfatizando que el hecho ocurrió en una institución pública y a manos de agentes policiales cuya principal responsabilidad era salvaguardar la vida y la integridad de Jorge Gatica.
El acuerdo alcanzado en el juicio abreviado incluye una pena de tres años de prisión en suspenso para Moraga, la solicitud de su renuncia a la fuerza provincial, la inhabilitación especial perpetua para ejercer funciones policiales y la prohibición de acercarse a los familiares de la víctima. El juez encargado de la audiencia anticipó que homologaría el acuerdo, y la sentencia se dará a conocer en los próximos días.
Este trágico caso arroja luz sobre la necesidad urgente de reformar las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley y garantizar la rendición de cuentas en el sistema de justicia. La sociedad exige respuestas y acciones concretas para prevenir futuros abusos de poder y asegurar que tragedias como la de Jorge Gatica no vuelvan a ocurrir.
