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Barragán quiere repetir la travesía por el río Colorado

La "Expedición del río Colorado" desarrollada en 1973, cuando cuatro estudiantes universitarios bonaerenses navegaron ese curso de agua desde su nacimiento a la desembocadura, resultó una hazaña mítica. Uno de aquellos intrépidos navegantes fue Alfredo Barragán, quien durante la semana pasada visitó las localidades de La Adela (La Pampa) y Río Colorado (Río Negro).

Además de recordar aquella proeza histórica, su visita sirvió para empezar a planificar una actividad destinada a conmemorar el cincuentenario de esa gesta, previsto para enero del año que viene.

Barragán se reunió con autoridades municipales de ambas localidades y ofreció algunas charlas apoyadas con material audiovisual. La idea que todos comparten es que los integrantes de aquella aventura puedan reediten, como ya hicieron en 2013 y 2019, recorriendo a bordos de sus kayacs el Colorado desde la comarca La Adela-Río Colorado hasta la localidad bonaerense de Pedro Luro, en inmediaciones de la desembocadura en el Atlántico.

El expedicionario se alojó en la ciudad rionegrina y visitó La Adela en la mañana del martes pasado. En la oportunidad compartió un encuentro con la presidenta del Concejo Deliberante, Annabella Pintos y la responsable de Turismo, Noelia Albornoz.

Una hazaña náutica.

La idea de navegar el río Colorado surgió en 1972 durante algunas charlas entre cuatro amigos: Alfredo Barragán, José Luis Godoy, Jorge Iriberri y Rubén Tablar. «Por aquellos años nos enteramos de que el río Colorado nunca había sido navegado en su totalidad. Nos llevó diez meses de planificación, antes de largarnos al agua, el 16 de enero de 1973, sobre la Cordillera de los Andes, en la confluencia de los ríos Grande y Barrancas, justo en el límite entre Mendoza y Neuquén. Utilizamos dos gomones a remo y llevábamos unos 150 kilos de equipamiento», recordó.

Barragán advirtió que desde su nacimiento, el Colorado «es un río muy rápido» y confesó que «aún tenemos presente la incertidumbre, porque escuchábamos murmullos aguas abajo y no sabíamos qué nos esperaba». Los cuatro remeros se enfrentaban a uno de los ríos más largos del país, con unos mil kilómetros de recorrido. Durante el primer tramo, en plena cordillera, debieron superar los rápidos del Colorado, uno de los desafíos más difíciles para sus gomones. Posteriormente, ya sobre la planicie, debieron remar sin descanso y durante 23 días soportaron el viento en contra. Finalmente, luego de 27 días de navegación y mil kilómetros de recorrido, arribaron a Fortín Mercedes, donde los esperaban sus familiares, acompañados por una multitud.

El cincuentenario.

Durante su estadía en la comarca, Barragán recordó detalles de aquellos días de enero, cuando pasaron por La Adela y Río Colorado. «Un vecino de apellido Severini nos esperaba aquí con provisiones. Acampamos en el camping de Río Colorado, donde nos visitó una delegación del club Independiente, todas personas gente muy solidarias. Y aquí firmé por primera vez un autógrafo», memoró.

Los cuatro expedicionarios volvieron a surcar las aguas del Colorado en otras dos oportunidades, en 2013 y 2019. En ambos casos, desarrollaron pequeñas travesías de dos días en kayacs: partieron del puente que une Río Colorado con La Adela y llegaron a Fortín Mercedes (Buenos Aires).

El año que viene se cumplirán 50 años de aquella mítica travesía, y sus cuatro protagonistas desean conmemorarla, una voluntad que también manifestaron los intendentes de La Adela y Río Colorado. Durante la visita de Barragán ambos municipios evaluaron la idea y avanzaron en los primeros pasos de una planificación común, que sirva para recordar la proeza y actualizarla con la necesidad de tomar conciencia de los riesgos que, medio siglo después, amenazan al curso de agua.

Un intrépido expedicionario.

Barragán es un hombre con mucha personalidad. Además de navegar el río Colorado ha encabezado y realizado diversas hazañas, entre ellas cruzar el Atlántico en una balsa, escalar montañas como el Aconcagua, al Kilimanjaro y el Mont Blanc, cruzar la cordillera de Los Andes en globo, navegar aguas heladas en la Antártida y cruzar el mar de las Antillas en kayak. En los últimos 50 años completó unas treinta expediciones en cinco continentes.

También es abogado, profesión que ejerce en Dolores (Buenos Aires), aunque confiesa que a lo largo de su vida hizo de todo. Parece una exageración, pero es piloto de yate, buzo, kayakista, montañista, realizador cinematográfico, escritor, piloto de planeadores, y algunos oficios más.

Sin embargo, la hazaña que lo lanzó a la fama fue una increíble travesía sobre el Océano Atlántico a bordo de una balsa de troncos, mundialmente conocida como «Expedición Atlantis». Tras cuatro años de preparación, que incluyeron conseguir en Ecuador los nueve troncos de madera balsa que necesitaban y analizar todas las variantes de mareas y corrientes, finalmente decidieron anunciar su expedición, cuyo objetivo principal era demostrar que los primeros pobladores de América bien podían haber venido desde Africa.

De Canarias a Venezuela.

Zarparon el 22 de mayo de 1984, desde Tenerife (islas Canarias), hacia la incógnita de lo desconocido y sobre el océano más peligroso. Barragán era el capitán, y estaba acompañado por Jorge «El Vasco» Iriberri (uno de los cuatro expedicionarios del Colorado) como segundo capitán; Félix Arrieta, camarógrafo; Oscar Giaccaglia, sobrecargo y cocinerom y Daniel Magariños, encargado de la navegación y los cálculos astronómicos.

El 12 de julio, luego de 52 días de navegación y tras sortear tormentas y otras múltiples dificultades de semejante travesía, a bordo de una balsa de madera de trece metros de largo por seis de ancho, sin timón ni ancla, dotada de una única vela y apoyada por una corriente marina que nace en África y llega hasta la costa americana, arribaron sanos y salvos al puerto de La Guaira, en Venezuela, tras una navegación a vela y guiados solo por la observación de las estrellas.

Una nave de la marina venezolana los había contactado dos días antes y por eso en aquella ciudad portuaria los aguardaba una multitud. Fue entonces cuando Barragán soltó una famosa frase: «que el hombre sepa que el hombre puede».

La expedición Atlantis resultó así comparable a la mítica navegación de la «Kon Tiki», aquella famosa hazaña realizada en 1947 por el noruego Thor Heyerdahl y que sirvió para demostrar que los polinesios podrías haber llegado a territorio americano, navegando sobre las corrientes marinas y guiados por las estrellas. Aquella fue una balsa similar a la Atlantis, que cruzó el océano pacífico y recorrió 7 mil kilómetros en 101 días, desde Perú hasta las islas Tuamotu.

Fuente
La Arena

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