Río Negro: Cambios en el Ministerio de Turismo tras 18 años
El panorama político y administrativo en Río Negro se reconfigura de cara al próximo mandato.
La decisión del gobernador electo, Alberto Weretilneck, de modificar la estructura gubernamental ha generado revuelo al dejar fuera del esquema ministerial al sector turístico, que por casi dos décadas contó con un ministerio propio.
El área de Turismo ahora se integra bajo la órbita del Ministerio de Gobierno, Trabajo, Modernización y Turismo, dirigido por el abogado barilochense Federico Lutz. A pesar de ello, aún no se ha especificado la jerarquía exacta que tendrá este sector.
Este cambio ha generado preocupación y expectativas en diversos sectores de la provincia, especialmente entre los empresarios turísticos de Bariloche. La falta de definiciones claras ha mantenido en vilo a sindicatos vinculados al turismo como Uthgra y Comercio. Incluso el gremio gastronómico, estrechamente ligado a la actual gobernadora Arabela Carreras, manifestó inquietud por la «desjerarquización» del Ministerio de Trabajo en días pasados.
El nombre del próximo responsable de la política turística se torna crucial para calmar las tensiones con el empresariado, que tradicionalmente ha tenido influencia en la designación de funcionarios en diferentes administraciones. Aunque se han mencionado algunos referentes de JSRN vinculados al sector turístico como posibles encargados, hasta el momento no se ha confirmado ninguna designación.
Desde 2006, cuando Miguel Saiz elevó la Secretaría a Ministerio, el cargo había mantenido continuidad. Omar Contreras, barilochense, asumió ese puesto en su momento. Sin embargo, antes de esa jerarquización, el Turismo ya había tenido rango ministerial entre 1993 y 1995.
Es relevante destacar que, aunque la tradición ha sido que el ministro de Turismo provenga de Bariloche, no siempre su origen ha sido empresarial, como en el caso de algunas de las últimas designaciones.
El paso de Arabela Carreras como ministra y luego como gobernadora marcó la implementación de diversas medidas en el ámbito turístico. Entre estas acciones, se destaca la creación de un programa de infraestructura turística y la instauración de un fondo fiduciario para administrar los recursos. Además, se asignaron recursos al Ente de Promoción Turística de Bariloche y se promulgó una ley de Turismo para potenciar destinos emergentes.
Este cambio en la estructura ministerial genera incertidumbre y expectativas entre los actores clave del turismo en la provincia, quienes aguardan definiciones concretas sobre la dirección y enfoque que tomará el área bajo esta nueva configuración gubernamental.
