Maestras caminan 15 kilómetros descalzas para poder llegar a la escuela a dar clases
En días lluviosos maestras de la escuela rural Nº 95 Santa María JC Albergue, ubicada en el distrito Chiqueros (en el centro del departamento Nogoyá), caminan 15 kilómetros descalzas para llegar al establecimiento educativo.
Jaqueline Kretzer es una de ellas y compartió en su muro de Facebook la odisea que deben vivir para poder cumplir con su trabajo.
El contexto es adverso, con caminos estropeados por las constantes lluvias y la falta de mantenimiento por parte de la dirección Provincial de Vialidad, con arterias en las cuales se hace imposible que circule cualquier vehículo, mucho menos un transporte escolar.
De la mano de Jaqueline, el relato en primera persona de la difícil cotidianeidad, con una clara mezcla de bronca e impotencia:
El relato:
«Así llegamos hoy a nuestra escuela! Si, un poco calzada hasta que se me rompió el calzado que llevaba puesto y entonces descalza. Llegamos 9.30hs. Maciá y desde ahí caminamos hasta llegar a nuestra escuela «Santa María» Nº 95 con anexo albergue de Chiqueros, llegando 13.30 hs. Si, caminamos 15 km. Aproximadamente. Por qué? Porque en esa escuela se encuentran los alumnos toda la semana y llueva o no están ahí. Esperando que sus docentes le desarrollen las clases., más aún con gran entusiasmo esperan la seño de tecnología y plástica para hacer y aprender contenidos diferentes y que le brindan otro estimulo que el cotidiano.
Si! Porque en esta escuela no solo se enseña y a la casa! La escuela es su hogar y responsabilidad de los docentes que ellos se sientan bien y se desarrollen aprendiendo de la mejor manera sin quitarle el derecho a un día de clases por las inclemencias del tiempo. Bien…dicho todo esto: pregunto: ¿Quién me debe garantizar los medios para poder llegar a la escuela en condiciones dignas? Mínimo un camino transitable. Ah no..! y lo peor que esta escuela no figura muy desfavorable. Entonces: ¿Qué es muy desfavorable?
En conclusión: ¿Qué hago cuando llueva? Art. 5 inc. «j» del Decreto. 5923/00 ¿y los chicos? No es mi responsabilidad si no tengo los medios para llegar a la escuela, pero si es mi responsabilidad dar los contenidos del área y llegar a fin de año con programa desarrollado con mi alumno de esta escuela a nivel igualitario que el de ciudad. Este es uno, de la interminable lista de fundamentos que puedo hacer para argumentar la importancia de que el docente llegue a la escuela para desarrollar las clases con normalidad.
Bronca, impotencia, y….siento. Pero todo esto nos fortalece a no bajar los brazos y seguir luchando por una educación diferente. Si cada uno damos lo mejor de uno desde el rol que nos toca algo cambiará! Y que las voces no se callen hasta que las escuchen quienes la deban escuchar para darnos una solución».
(UNO)