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Juan y Shirley: Pasión por la apicultura – producción de polen en Río Colorado

La pasión por la apicultura se refleja en cada una de sus palabras, en cada relato, en cada una de las historias de esta pareja que dedica su vida a la apicultura, y a la producción artesanal de polen.

El polen es una de las variantes que pueden producirse desde una colmena de abejas. Por sus características naturales, trae innumerables beneficios para la salud.

Está comprobado que el polen de abejas, es un «superalimento«, con valores nutricionales muy altos. En diálogo con Río Colorado Informa, Shirley De Gracia nos cuenta cómo llevan adelante la producción de polen, en nuestra localidad.

Todo comenzó “allá por el 98’ o 99’ hace mucho tiempo” cuenta Shirley quien se encarga de todo el trabajo de preparación de polen para su envasado.
“La idea arrancó hace varios años, cuando acá no se producía polen, en ese tiempo no había mucha información sobre la producción” o la elaboración del mismo.

“Comenzamos a prueba y error, aprendimos en la marcha, mientras trabajamos las colmenas con las cuales hacíamos básicamente miel” como muchos de los productores, cuenta.

Podríamos dividir el trabajo de la elaboración de polen en dos etapas, una en la propia colmena, en el campo, trabajo del que se ocupa Juan Carlos Vargas, compañero de Shirley, quien es la encargada del proceso que sigue después de la recolección.

En la primera etapa de trabajo, se colocan unas “trampas” o recolectores en la colmena, donde se almacena parte del polen que las abejas ingresan a la colmena.

Una vez recolectado, llega la segunda etapa que consiste en sacarlo, limpiarlo, frizarlo, retiro de polvo, envasado, venta y asesoramiento.

Esta segunda etapa consiste en el secado, limpieza, frizado, retiro de polvillo, envasado, venta y asesoramiento, algo fundamental en esta etapa consiste en asesorar a quienes compran el producto final, a fin de saber cómo consumirlo, conocer sus beneficios, incluso cuales son sus propiedades en caso de suministrar a los animales.

Los Comienzos

“En un comienzo hacíamos celdas reales, material vivo, jalea real. Con el propósito de aprender todas las producciones que deja la colmena” cuenta la productora. Fue “ahí cuando comenzamos con el tema del polen”. agrega.

Al principio de la actividad, cuenta que todo era a “prueba y error”, ya que “era la única manera de saber como sacar el polen, en qué condiciones tiene que estar la colmena”.

Shirley explica en diálogo con Río Colorado Informa que para extraer polen, una de las características que el productor presta mayor atención, es en el estado de la misma, “tiene que ser fuerte, no tiene que ser una colmena débil (en cuanto a los individuos, el hecho de hacer polen, no significa que la colmena no va a dar miel, ya que el polen es el alimento para la cría de la abeja, la abeja obrera realiza una papilla, entre polen y néctar y se lo da a la cría, es por eso que se elige una colmena fuerte” para la producción de polen, de manera que estas crías además de la producción que toma el hombre, tenga para alimentar a sus crías.

¿Solo polen, o también miel?

Respecto a si uno solamente saca polen, la respuesta es no, ya que una producción no va en desmedro de la otra, “un año tenemos una buena temporada, donde la lluvia cae en el momento exacto, donde se producen varios factores para que haya una buena cosecha (de polen)” cuenta Shirley en diálogo con Río Colorado Informa.
Con respecto a la miel, “si la temporada viene mal para la miel, para el polen no afecta, ya que siempre hay flor” explica, “flor que visualmente nosotros no vemos, pero que esta y la abeja si ve” agrega.

Polen hay siempre

“Donde nosotros estamos ubicados, la abeja recorre la parte frutihortícola que nos rodea, pero a su vez, cruza el río Colorado hacia el monte pampeano, donde también hay floración, que a los ojos de las personas no son visibles pero sí son visibles para la abeja.” cuenta. La chacra de estos productores se encuentra a unos 15 kilómetros del casco céntrico de la ciudad de Río Colorado en el norte de la Patagonia, a pocos metros del río Colorado que limita con la provincia de La Pampa, donde el monte autóctono es más abundante.

“Uno coloca las trampas a fines de octubre, dependiendo del estado de la colmena, y para fines de marzo ya las quita”

El primer amor

Shirley y Juan conocieron la apicultura hace algunos años “comenzamos en 1998/1999, desde cero, haciendo un curso de apicultura para principiantes, y fueron muchos años de trabajo, algunos de esos años fueron malos, otros no tan malos, con precios bajísimos” relata la productora apícola.

Aquellos fueron años muy duros, “no daban los costos, fueron años en que perdimos colmenas” aclara, ya sea “por robo o por incendios” agrega Shirley, “no todas son buenas” pero pese a esa situación “uno seguía, incluso llegamos al punto de quedarnos con una sola colmena y comenzar desde cero nuevamente”. De a poco esa misma colmena fueron multiplicando, y aumentando sus colmenas.

Pero más allá de estas situaciones, y en su apasionado relato, Shirley transmite ese amor al trabajo que hace en familia, el amor a esos animales tan maravillosos como son las abejas, y cierra diciendo que “la verdad es que esta producción a uno le trae dolores de cabeza, pero también te deja muchas cosas buenas, y el trabajar con abejas es desestresante, en realidad es un trabajo tranquilo, tenemos unas abejas muy mansas, son muy hermosas”.

Actualmente estos productores de polen natural y artesanal, venden su producción a un costo muy accesible, y por ejemplo los 100 gramos pueden conseguirse a solo $300, o incluso el kilogramo a $2.800.
Para mayor información puede comunicarse con Shirley al 2931401557

 

 

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