Según datos recientes de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), la inflación de los trabajadores se desaceleró ligeramente en enero, ubicándose en un 22,6%. Sin embargo, esta aparente estabilización no es motivo de alivio, ya que el salario real ha sufrido una contracción del 20% desde noviembre hasta el primer mes de 2024.
La UMET señala que la inflación interanual ha alcanzado un alarmante 260,4%, con un aumento del 52,4% en el último bimestre. Aunque la tasa de inflación se desaceleró en enero en comparación con diciembre, el efecto de arrastre estadístico del mes anterior, provocado por la devaluación, sigue siendo palpable.
Los sectores más afectados por esta situación son diversos. El rubro de Transporte lidera el aumento con un 27,1%, seguido de cerca por Alimentos y Bebidas, que ha experimentado un incremento del 26,1%. La devaluación de diciembre ha dejado su huella en los precios de estos productos, exacerbando aún más la situación.
Otros bienes y servicios, Educación y Comunicaciones también han registrado aumentos por encima del promedio, con subidas del 25,7%, 25%, y 23,7% respectivamente. La salud, aunque también afectada, muestra una subida del 22,6%, mientras que rubros como Recreación y Cultura, Equipamiento del Hogar, Indumentaria y Calzado, y Vivienda presentan incrementos más moderados.
Nicolás Trotta, director ejecutivo del Centro para la Concertación y el Desarrollo de la UMET, ha expresado su preocupación por la situación actual, afirmando que «dos meses le han bastado a este nuevo gobierno para sumir a la Argentina en un cuadro de fragilidad social sin precedentes desde la crisis de 2001». Trotta también señala que los niveles salariales actuales son comparables a los de fines de los años ’40 del siglo pasado, y un 28% menores a los de 1970.
