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«Empieza la reconstrucción del país y no hay lugar para el gradualismo»

En un mensaje contundente luego de su victoria en las urnas, el presidente electo de Argentina, Javier Milei, enfatizó la urgencia de iniciar un proceso de reconstrucción sin espacio para el gradualismo.

Bajo el lema «No hay lugar para el gradualismo, ni tibieza, ni medias tintas», Milei hizo hincapié en la necesidad de implementar cambios estructurales rápidos para evitar la peor crisis de la historia del país.

Tras obtener el 55,69% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones, Milei proclamó el comienzo de la reconstrucción argentina y convocó a dejar de lado el gradualismo en su discurso desde el búnker en el Hotel Libertador, junto a su hermana, Karina Milei.

Con la canción «Vamos por la Gloria» de La Berisso de fondo y un logo proyectado que rezaba «Milei presidente electo», el ahora mandatario electo declaró el fin del camino hacia la decadencia y abrazó la visión de Juan Bautista Alberdi, enfocándose en retomar la libertad como pilar fundamental para el país.

El discurso de Milei ante los fervorosos seguidores del partido La Libertad Avanza y prominentes figuras del PRO, como Diego Santilli y el excandidato a vicepresidente Luis Petri, estuvo marcado por una invitación a sumarse a la «nueva Argentina», aunque advirtió que aquellos que se opongan estarán fuera de la ley.

Milei identificó problemas como la inflación, la indigencia, el estancamiento y la pobreza, afirmando que abrazar las ideas de la libertad será la solución para estos desafíos. Prometió comenzar a trabajar desde el primer día de su mandato para ofrecer las soluciones necesarias para los argentinos.

El agradecimiento de Milei se extendió a su hermana Karina, su asesor Santiago Caputo y a referentes del PRO, como Mauricio Macri y Patricia Bullrich, con quienes estableció un acuerdo electoral tras la primera vuelta.

El presidente electo destacó que, a pesar de los problemas del país, la Argentina tiene un futuro prometedor si adopta un enfoque liberal, finalizando su discurso con el icónico lema de su campaña: «¡Viva la libertad, carajo!».

Tras saludar a varios dirigentes presentes y su familia, Milei se unió a la multitud que festejaba en las calles, enfatizando su determinación para afrontar los desafíos económicos y fiscales que afronta el país.

La jornada concluyó con Milei expresando su convicción de que poner de pie a Argentina requerirá coraje y determinación, descartando la opción para aquellos que vacilen o sean cómplices de la corrupción.

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