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«con las manos vacías» El #ViajeAEspaña no fue lo que se esperaba

El Presidente no logró convencer a los empresarios de ese país acerca de las condiciones para traer sus capitales. Los hombres de negocios plantearon exigencias y solo deslizaron tibios compromisos verbales.
Mauricio Macri tenía la expectativa de culminar su visita a España con algún gran anuncio relacionado con las inversiones extranjeras, una de las obsesiones de su gobierno. Sin embargo, apenas pudo exhibir elogios de ocasión y el compromiso de palabra de algunos empresarios ibéricos respecto de «ampliar su participación» en la economía argentina.

En ese sentido, antes de regresar, el mandatario admitió que «las inversiones van a llegar cuando se consolide la confianza». Conclusión: más allá de la amabilidad y el buen clima demostrado durante la visita de Macri, los dueños de las empresas todavía no están convencidos de que Argentina sea un buen destino para sus negocios.

¿Cuáles son sus dudas? Las hay de todo tipo. Y se tradujeron en exigencias sobre las cuales Macri, también de palabra, dio su consentimiento, pero que deberá convertirlas en hechos concretos si pretende que el capital español se vuelque a nuestro país.

De acuerdo a la crónica del periodista de Clarín Marcelo Bonelli, esa exigencias fueron un explícito plan monetario y fiscal global;
saber hacia dónde va Argentina y si la macroeconómica cierra sin generar nuevas distorsiones, como es el incipiente atraso cambiario; avanzar en reformas, como la reducción del costo laboral; y saber si Macri tendrá fortaleza política y puede ganar las elecciones de octubre para instrumentar todos esos cambios.

De allí se desprende la preocupante frase de Macri: los empresarios todavía no creen que el panorama esté consolidado de acuerdo a lo que dicen necesitar para lanzarse nuevamente a la conquista, tal como lo hicieron en los años ’90.

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