Por Pablo Otazu –  Hoy pasaba para Bahía Blanca por el puente de Rio Colorado y vi una foto fantasmagórica, “el Rio a punto de secarse”. Tan poca agua que se podía pasar caminando y casi sin mojarse. Me agarro una tristeza, una pena tremenda de ver lo que otrora fue un curso de agua caudaloso y que posibilitaba regar las dos colonias agrícolas de la localidad sin problemas y dotarlos además de agua potable. No es mi intención referirme a cuestiones técnicas; como la cota de agua necesaria para el regadío, o para la generación de energía en el dique Salto Andersen, como la salinización de las tierras y el agua que se hace no potable para el consumo, a tal punto que en la localidad se consume agua mineral; porque además hay especialistas que pueden dar cuenta de ello y a los cuales no quiero faltarles el respeto.

Mi intención es hablar desde la cultura y su significado más amplio, “Cultura es todo lo que los seres humanos hacen en su interrelación y con el medio en el que desarrolla su actividad” es decir el medio natural nos modifica y nos moldea, construye identidad, y entonces qué pasa cuando somos nosotros los que actuamos sobre esa naturaleza, no estamos modificando nuestra cultura?

Hace algún tiempo y cumpliendo funciones públicas fui invitado por la Secretaria de Cultura de la Provincia de la Pampa a un Encuentro Cultural en Santa Rosa y tuve la oportunidad de ver un Documental que me impresiono mucho, Crónicas de un río robado, hablaba sobre el rio Atuel que regaba las tierras de Mendoza y La Pampa y hoy aquello que fue una colonia agrícola importante en la Pampa paso a ser un desierto. 

VIDEO Crónicas de un río robado

 

Rio Colorado forma parte de mis afectos, de mi desarrollo cultural y por lo tanto de mi cultura, allí he aprendido a querer a sus habitantes, allí tengo un hijo maravilloso, y allí conoci las preocupaciones de su gente por lo que le pasa a su Rio, generador de vida, de un pueblo que no lo mira de espaldas sino que pertenece a su vital cauce, hoy amenazado. Sera que el Estado Mendocino cometera el mismo trato que con el Rio Atuel, será que modificara el paisaje, la producción, la economía y por consecuencia la cultura de los pueblos ribereños y de mi querido Rio Colorado. Sera que los funcionarios responsables harán todo lo posible para que esto no ocurra o finalmente ocurrirá? La represa tiene el respaldo del gobierno nacional y la única disidente en COIRCO es La Pampa, es que su experiencia la avala y nosotros rionegrinos dimos el si, sin pensar en las consecuencias? Yo no entiendo de recursos hídricos pero si de sentido común, Mendoza tiene historia en estas cosas, y a la vista esta la línea de agua que hoy corre por estos lares contra el recuerdo de un caudaloso rio de otros tiempos. Los seres humanos cometemos muchos errores con la naturaleza en pos del progreso y las consecuencias es la modificación del medioambiente, el cambio climático, culturas de rio por culturas desérticas, privatización de los bienes naturales en fin, preocupa los cambios de la necedad. Seremos sensatos alguna vez? 

El rio tiene las risas de mi infancia
guardadas en su lecho,
las historias de frutas robadas en las quintas
de siesta interrumpida y de escapadas.
Cada vez que iba al río
veía a Delia con su pelo de oro
y sus ojos de agua, que reflejan
un cielo interminable,
donde se mezclan los pájaros y los peces.
A veces los pájaros nadan
y provocan oleajes de agua en sus ojos,
pero cuando los peces vuelan
ellos miran extrañados el brillo del sol
que cuando ella sonreía se opacaba.
Ella, habitaba enero con todo su calor
y su blusa blanca de tela sedosa intuía
su adolescencia fresca y sensual.
Ajustado a su cuerpo, su pantalón Lee
lograba que mi imaginación viajara
por una vía láctea de sensaciones inimaginables.
Mis trece años transformados
en eneros permanentes
arrasando los marzos, julios y septiembres
que no vuelven, aunque vaya al rio
y el cielo se refleje interminable, celeste
de sus ojos de pájaros y de peces.