¿Cómo cuidar la piel en verano?
Este verano particularmente presenta características extraordinarias por las altas temperaturas, y por ello es fundamental tener ciertos cuidados para cuidar la salud. Te contamos algunos de ellos.
Sabemos que en el verano tenemos que tener especial cuidado con la piel, sea con bloqueador solar o diferentes prácticas y cuidados que pueden ayudar a proteger nuestra salud y la de nuestra familia.
Hay varias maneras de proteger la piel del sol durante el periodo de verano algunas de ellas son las siguientes:
Usar protector o bloqueador solar: para ello debemos aplicar protector solar con un factor de protección alto (SPF 30 o más) y amplio espectro (que protege contra los rayos UVA y UVB) a la piel expuesta al sol. Aplique la cantidad suficiente y vuelva a aplicar cada dos horas o inmediatamente después de nadar o sudar.
Usar ropa protectora: use ropa que cubra la piel expuesta al sol, como camisas de mangas largas, pantalones largos y sombreros de ala ancha. La ropa especialmente diseñada para proteger del sol también puede ser útil.
Evite la exposición al sol durante las horas más calurosas del día: evite estar al sol directamente entre las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando los rayos del sol son más fuertes.
Usar sombrillas o refugiarse bajo una sombra natural: si no puede evitar estar al sol, busque refugio bajo una sombrilla o en la sombra natural de un árbol o edificio.
Hidratar la piel: asegúrese de beber suficiente agua y de aplicar una crema hidratante a la piel para mantenerla hidratada y suave.
En especial tenemos que tener cuidado con los niños, ya que los niños tienen piel más sensible y delicada que los adultos, por lo que es importante tomar medidas adicionales para protegerlos del sol durante el verano.
En sí las recomendaciones son similares que a los adultos, solo que con los niños y los adultos mayores hay que tener mucho más cuidado.
Para ellos es importante utilizar un bloqueador solar con un factor de protección alto que sea mayor a 30 y amplio espectro, esto quiere decir que los protege contra los rayos UVA y UVB, algo que puede perjudicar seriamente la salud de los más pequeños.
En mayor medida es importante utilizar indumentaria que cubra toda la piel, sea remeras mangas largas o pantalones largos, es fundamental utilizar un gorro que cubra su cabeza.
Siempre y en todos los casos es fundamental evitar exponerse al sol en el horario de mayor calor que va entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, es cuando los rayos del sol son más fuertes.
También en todos los casos es de suma importancia hidratarlos bien, con agua fresca evitando gaseosas o bebidas azucaradas.
En este sentido es importante recordar que la exposición prolongada al sol sin protección adecuada puede tener graves consecuencias para la salud, incluyendo:
Quemaduras solares: la piel se puede quemar si está expuesta al sol durante períodos prolongados sin protección. Las quemaduras solares pueden ser dolorosas y pueden llevar a síntomas como dolor de cabeza, fiebre y náuseas.
Envejecimiento prematuro de la piel: el sol puede dañar el colágeno y el tejido elástico de la piel, lo que puede provocar arrugas, manchas oscuras y piel seca y apagada.
Cáncer de piel: la exposición prolongada al sol sin protección puede aumentar el riesgo de cáncer de piel.
Degeneración de la vista: el sol puede dañar los ojos y provocar problemas de vista como cataratas y degeneración de la mácula.
Deshidratación: el sol puede provocar la deshidratación, especialmente si no se bebe suficiente agua mientras se está al sol.
Como vimos hasta aquí cuidarse del sol, sobre todo en época de verano y altas temperaturas es vital para mantener una buena salud y evitar problemas a futuro, sean niños, adultos o adultos mayores.
