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Comenzó el juicio por Flavor

Los imputados no testificaron. En el banquillo hay tres empresarios y tres ex ministros radicales acusados de coautores de los delitos de estafa, defraudación en el cumplimiento de contratos y administración infiel en perjuicio de la administración pública.

Se puso en marcha el juicio oral y público por la causa Flavor, cuya denuncia inicial fue realizada por la ex Defensora del Pueblo, Ana Piccinini, en 2008. En la causa están acusados los ex ministros de Familia, Alfredo Pega y Salud, Adriana Gutiérrez y Cristina Uría por considerarlos coautores de los delitos de estafa, defraudación en el cumplimiento de contratos y administración infiel en perjuicio de la administración pública; y contra los empresarios Javier Matas, Máximo Vicchi y Daniel Fernández por considerarlos coautores de los dos primeros y partícipes necesarios de la administración infiel en perjuicio del Estado.

El primero de varios debates orales y públicos que tendrá la causa Flavor, se desarrolló en un auditorio casi vacío de público y con muy poca atención por parte de la prensa. Los imputados, tres personas por la empresa y tres ex ministros del radicalismo, no quisieron testificar aunque aceptaron responde las preguntas.

Entre los hechos endilgados, se destacan la insolvencia económica y financiera de Flavors (empresa creada por la unión de otras dos) para contratar con el Estado provincial; la falsificación de datos para inscribirse al registro de proveedores y que las firmas constitutivas de Flavors se encontraban en concurso de acreedores en distintas provincias. Entre otros aspectos, la investigación concluyó además que la firma falsificaba alimentos provocando perjuicio a la salud, ya que no era elaboradora de los mismo sino únicamente fraccionadora y que por falsear su condición de elaboradora, a través del Ministerio de Economía, se le otorgaron beneficios impositivos y fiscales que no le correspondían.

Todas estas maniobras, explica la acusación, no hubieran podido ser ejecutadas de no ser por la colaboración de los mencionados funcionarios públicos, que debieron haberlas advertido.

La defensa, ejercida por los abogados Miguel Cardella Juan Carlos Chirinos, Pedro Vega (defensor oficial) y Aldo Bustamante inició su trabajo con chicanas jurídidas y planteos de nulidad. Incluso llegó a pedir que el tribunal se abstuviera de realizar preguntas a los imputados y testigos.

El Tribunal quedó conformado por Marcelo Chironi, Lujan Ignazi y Sandra Filipuzzi. En tanto Ariel Gallinger, quien había sido designado para encabezar este proceso, se excusó de participar.

Fueron cuatro testigos, dos de ellos de parte y dos oficiales. Entre ellos se encontraba la actual Concejal Evelyn Rousiot, que es contadora pública y oportunamente fue convocada por la Justicia para analizar prueba documental. En su declaración aseguró que de los más de 80 cuerpos que tenían los informes de las dos licitaciones de las que se hizo acreedora Flavor, a ella le dieron a revisar tres o cuatro.

Otro de los peritos oficiales, el bioquímico Ezequiel Itzkov realizó un informe sobre las condiciones de trabajo de la Planta, pero dijo no recordar si lo hizo antes o después de que se desatara el escándalo. Aseguró que la manipulación de los alimentos eran los correctos.

Uno más aseguró que los alimentos analizados tenían gorgojos, pero relativizó la importancia de este hecho, al asegurar que eso no era en sí mismo perjudicial para la salud ni determinante de que las muestras fueran reflejo de todo el lote de comida.

Las audiencias seguirán esta semana y la próxima.

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