Arqueología forense y derechos humanos en Tucumán
En un contexto en el que la memoria, la verdad y la justicia son pilares fundamentales para la construcción de una sociedad democrática, la arqueología forense se erige como una disciplina que contribuye de manera significativa a la identificación de personas desaparecidas durante el oscuro período de la última dictadura militar en Argentina. En el marco del 2º encuentro de Eureka, una iniciativa conjunta del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), la ciudad de Tucumán fue testigo de cómo la ciencia y los derechos humanos se unieron para arrojar luz sobre un capítulo oscuro de la historia del país.
«Eureka ¡Re! preguntas a la ciencia» es un ciclo de encuentros diseñado para acercar a estudiantes de escuelas secundarias al valioso aporte que la ciencia realiza en respuesta a las demandas sociales. En este evento en particular, se destacó el papel crucial de la arqueología forense en la reconstrucción de la memoria histórica y la búsqueda de justicia.
En un formato que simulaba una conferencia de prensa, los alumnos de la Escuela de Comercio Ricardo Rojas tuvieron la oportunidad de entrevistar a Ezequiel Del Bel, arqueólogo y becario postdoctoral del Instituto de Investigaciones Territoriales y Tecnológicas para la Producción del Hábitat (INTEPH, CONICET-UNT). Del Bel, especialista en la temática, compartió su experiencia de más de dos décadas en excavaciones y estudios arqueológicos en circuitos que funcionaron como centros ilegales de detención durante la dictadura militar.
El arqueólogo explicó los desafíos burocráticos que enfrenta en su trabajo, pero destacó la emoción y el sentido de contribución a la «recuperación de una identidad» que impulsa su labor. Resaltó la importancia de la «ciencia fuera de los laboratorios» como aliada para esclarecer los crímenes cometidos en aquel período sombrío de la historia argentina.
Del Bel subrayó la relevancia de estas charlas educativas para inspirar vocaciones científicas entre los jóvenes y para transmitir la importancia de la Memoria, la Verdad y la Justicia. «Se llevan a sus casas muchísima información sobre nuestra historia reciente, sobre la violación de los derechos humanos en aquella etapa, y sobre la importancia de la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia», concluyó.
La voz de Marta Rondoletto, periodista y militante de Derechos Humanos, resonó con fuerza en la conferencia. Rondoletto perdió a cinco de sus familiares directos, quienes fueron víctimas de desaparición forzada y cuyos restos fueron hallados en el Pozo de Vargas, uno de los sitios utilizados como fosa de inhumación en Tucumán.
Con valentía, Rondoletto compartió su trágica historia y su experiencia de persecución durante aquellos años oscuros. «Yo busco justicia y no venganza», declaró, enfatizando la importancia de la búsqueda de verdad y justicia como pilares de la sociedad democrática.
Rondoletto recordó la falta de libertad que ella y muchos otros experimentaron en su juventud debido a los Golpes de Estado y regímenes dictatoriales que azotaron a Argentina. En un llamado a la juventud, instó a considerar la ciencia como una opción apasionante y a defender la democracia como un valor preciado.
Tras la conferencia, los estudiantes tuvieron la oportunidad de recorrer las instalaciones del Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos, que en su momento fue un centro de detención clandestino. Durante su visita, pudieron comprender de cerca la brutalidad de los hechos ocurridos en ese lugar y la importancia de recordar para no repetir los errores del pasado.
En un período en el que la memoria histórica se erige como un faro de esperanza en la búsqueda de justicia, la unión entre la ciencia y los derechos humanos se revela como un pilar esencial para construir un futuro más justo y democrático.