Tras el éxito de la aplicación ¿Es araña o escorpión?, el equipo de investigadores busca ahora expandir su impacto a través de talleres de capacitación destinados a fomentar el conocimiento y la prevención.
Ante la incertidumbre que surge al encontrarnos con una picadura seguida de ardor, los posibles responsables van más allá de los mosquitos, incluyendo a los arácnidos. La presencia de estas criaturas, aunque en su mayoría inofensivas, puede generar incomodidad. Con el propósito de proporcionar herramientas a la población para identificar arañas y escorpiones en sus hogares, el CEPAVE busca llevar a cabo una serie de capacitaciones.
La directora del Laboratorio de Aracnología, Alda González, resalta la importancia de la participación ciudadana y la apropiación social de la ciencia. En una entrevista con la Agencia CTyS-UNLaM, González subraya que el objetivo principal de los talleres es que la gente pueda diferenciar entre especies de importancia sanitaria y aquellas que no representan riesgo, permitiendo así la adopción de medidas preventivas y la evitación de accidentes graves.
El proyecto, respaldado por el éxito de la app ¿Es araña o escorpión?, ha sido reconocido con un subsidio obtenido en la convocatoria «Fortalecimiento y promoción de proyectos de Ciencia Ciudadana» en agosto de 2023. Este financiamiento permitirá a los investigadores llevar a cabo las capacitaciones directamente en el territorio, alcanzando a escuelas, puestos sanitarios y comunidades interesadas.
La aplicación, lanzada en 2017, ha evolucionado según las necesidades de la ciudadanía. Además de la identificación de arañas y escorpiones, ahora incluye información detallada sobre biología, hábitat y épocas de aparición. El Laboratorio recibe alrededor de 30 consultas diarias de diversas partes de Argentina y de países como México, Paraguay, Uruguay, Brasil y España.
Una de las ventajas clave de la aplicación es la comunicación directa entre los ciudadanos y los científicos del CEPAVE. Gracias a esta interacción, se han descubierto nuevas especies, como una cita de araña en Mendoza que no estaba registrada en Argentina, resaltando la colaboración mutua entre la comunidad y la investigación científica.
Alda González desmiente algunos mitos comunes sobre los arácnidos, como la creencia de que su población se duplica en verano. Explica que su actividad aumenta con el calor, lo que los hace más visibles, pero no necesariamente más numerosos. Además, destaca que no todos los arácnidos representan un peligro para los humanos y que la mayoría de ellos no atacarán a menos que se sientan amenazados.
En Argentina, solo tres géneros de arañas (Latrodectus, Loxosceles y Phoneutria) y un género de escorpiones (Tityus) son de importancia toxicológica. A pesar de esto, la falta de registros actualizados de accidentes por picaduras dificulta la evaluación precisa de la situación. González enfatiza la importancia de la prevención, destacando recomendaciones como instalar burletes, mosquiteros y reparar grietas para evitar la entrada de arácnidos a los hogares.
Con el respaldo del subsidio obtenido, el CEPAVE busca empoderar a la comunidad mediante la capacitación directa, promoviendo la convivencia armoniosa con estos arácnidos y escorpiones. La ciencia ciudadana se convierte así en un puente entre la investigación y la sociedad, construyendo un entendimiento colectivo sobre estas fascinantes criaturas y su papel en nuestro entorno.
Recomendaciones
· Poner burletes en las puertas y ventanas.
· Colocar mosquiteros en las rejillas y bajadas de las cañerías y desagües.
· Dentro de la propiedad, evitar tener zócalos separados de las paredes, grietas o lugares donde se puedan esconder.
· Fuera de la propiedad, evitar el acúmulo de escombros de leñas, piedras, etc. que puedan usarlo de refugio.
· Remover escombros y material de depósito con guantes gruesos.
· Controlar cámaras subterráneas, cañerías, sótanos, huecos de ascensor y oquedades de las paredes.
· Reparar grietas en pisos, paredes y techos.
