Unter estrena conducción y lanza una advertencia al Gobierno: el inicio de clases 2026, en riesgo
La nueva conducción de Unter en Río Negro, encabezada por Laura Ortiz, debutó con una señal política fuerte: pidió una paritaria urgente y advirtió que, sin una recomposición salarial real, el ciclo lectivo que debería comenzar el 2 de marzo de 2026 no está garantizado. El planteo se formalizó este viernes 12 de diciembre en la Secretaría de Trabajo de General Roca, apenas dos días después de asumir.

Lo cierto es que el recambio sindical no vino con tiempos de espera. La nueva cúpula de la Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro (Unter) decidió marcar diferencias desde el primer minuto y llevar al centro del debate una agenda que mezcla salarios, condiciones laborales y el estado de las escuelas.
Un cambio de rumbo en el sindicato docente
La llegada de Laura Ortiz a la secretaría general confirmó lo que ya se insinuaba durante la campaña gremial: un perfil más combativo, dispuesto a confrontar con el Gobierno provincial y a dejar atrás la lógica de acuerdos parciales.
“Poner al sindicato de pie”, fue una de las consignas que acompañaron la asunción. Y esa idea empezó a tomar forma rápidamente con la presentación del primer pedido formal de convocatoria a paritarias.
El mensaje fue directo, sin demasiados rodeos: si no hay respuestas ahora, el conflicto se proyecta hacia el inicio del próximo ciclo lectivo.
Para entender el malestar docente, hay que mirar los números finos del recibo de sueldo. Según denuncia Unter, desde septiembre de 2025 no hay aumentos reales al salario básico.
En ese contexto, el Gobierno provincial optó en los últimos meses —octubre y diciembre— por otorgar bonos no bonificables. Una decisión que, lejos de descomprimir, profundizó el conflicto.
Desde el gremio lo explican con una frase que se repite en las salas de maestros: “el bono es pan para hoy y hambre para mañana”. Al no incorporarse al básico, esas sumas no impactan en la antigüedad, la zona desfavorable ni en el cálculo jubilatorio. Como si fuera poco, achatan la escala salarial y reducen la diferencia entre quienes recién se inician y quienes tienen años de carrera.
El reclamo central es concreto: una recomposición del 30% al básico, como paso previo a cualquier discusión sobre la pauta salarial de 2026.
El conflicto no se limita a lo salarial. Otro punto sensible es el sistema de auditorías médicas tercerizadas, que la nueva conducción exige derogar de manera inmediata.
Acompañada por Mauricio Ovadilla (secretario adjunto) y Gabriela Aguilar (secretaria gremial), Ortiz fue clara en su postura: consideran que el actual esquema vulnera derechos y genera un clima de sospecha permanente.
“Se criminaliza la enfermedad. Un docente enfermo no es un sospechoso”, sostienen desde Unter, cuestionando un mecanismo que califican de invasivo y excesivamente burocrático.
El tercer eje del planteo apunta al estado de las escuelas. Según el sindicato, existe una subejecución del presupuesto educativo, mientras se repite todos los años la misma postal: edificios sin gas, filtraciones, techos en mal estado y aulas que no están en condiciones al inicio de clases.
La exigencia es clara: que enero y febrero se utilicen para realizar reparaciones reales, y no solo trabajos cosméticos de último momento. La idea es evitar que el debate educativo vuelva a arrancar, como tantas veces, con escuelas que no están listas para enseñar ni para aprender.
Qué puede implicar este escenario para 2026
El cierre del ciclo lectivo 2025 llega, así, con una advertencia que atraviesa a toda la comunidad educativa rionegrina. El inicio de clases 2026 está condicionado y dependerá de las respuestas que dé el Gobierno en las próximas semanas.
Desde Unter aseguran que no buscan el conflicto por el conflicto mismo, pero también dejan en claro que no habrá dilaciones eternas. Según referentes gremiales, la pelota está ahora del lado del Ejecutivo provincial.
La pregunta empieza a circular, casi inevitablemente, en cada hogar con chicos en edad escolar: ¿habrá clases el 2 de marzo? La respuesta, por ahora, sigue abierta.




