Tragedia en Ruta 3: al menos tres muertos tras el choque entre un colectivo y un camión en Santa Cruz
Un viaje que debía atravesar el país terminó en tragedia. Al menos tres personas murieron y varias resultaron heridas —algunas de gravedad— tras un violento choque entre un colectivo de larga distancia y un camión, ocurrido este jueves por la noche sobre la Ruta Nacional 3, a pocos kilómetros del ingreso a Río Gallegos, en Santa Cruz. El micro, perteneciente a la empresa Andesmar, había partido con 25 pasajeros rumbo a Jujuy cuando se produjo el impacto. La escena movilizó un intenso operativo de emergencia, en medio de la conmoción y la incertidumbre.

Eran cerca de las 20 cuando la calma del atardecer patagónico se rompió de golpe. A unos 8 kilómetros de Güer Aike, el rugido de los motores se convirtió en estruendo. Según fuentes oficiales, el colectivo impactó contra un camión por motivos que aún se están investigando.
El choque fue tan violento que algunas personas quedaron atrapadas entre los hierros retorcidos del micro. Bomberos y personal de rescate trabajan contrarreloj para liberar a los ocupantes, en un contexto complicado por la magnitud del accidente.
Mientras tanto, las ambulancias no daban abasto: seis móviles del sistema sanitario local trasladaban heridos al Hospital Regional de Río Gallegos. Las calles aledañas al nosocomio fueron cerradas para permitir el ingreso ágil de las unidades de emergencia.
La Agencia Provincial de Seguridad Vial de Santa Cruz informó que la circulación quedó completamente interrumpida en el tramo que une Piedra Buena con Güer Aike. El corte, que todavía se mantiene, busca preservar el lugar del accidente y facilitar el trabajo de los rescatistas.
Se desconoce hasta el momento la identidad de las víctimas fatales y el número exacto de heridos. Pero los testimonios que circulan en redes sociales y medios locales dan cuenta de una escena desgarradora: vidrios rotos, asientos desarmados y equipaje esparcido sobre el asfalto.
Pese a la rapidez del despliegue de emergencia, las causas del accidente aún no están claras. No se descarta que las condiciones del clima o la ruta hayan jugado un papel. Tampoco se ha confirmado si alguno de los conductores habría cometido una infracción. Por ahora, el foco está puesto en rescatar a las personas atrapadas y asistir a los heridos.
Fuentes médicas adelantaron que algunos pacientes presentan traumatismos severos y que el pronóstico de varios de ellos es reservado.
La Ruta Nacional 3, especialmente en su tramo sur, tiene un historial preocupante de siniestros viales. Los accidentes en esa zona no son una rareza, y cada tragedia vuelve a encender el debate sobre el estado de la infraestructura, la señalización y los controles a los transportes de carga y pasajeros.
«Cada tanto, pasa algo así y recién ahí se habla del problema», comentó a medios locales un vecino de Río Gallegos que se acercó al lugar del choque. Y su frase, aunque cruda, refleja un sentimiento repetido: el de una comunidad que, entre el dolor y la impotencia, pide respuestas.
Más allá de las cifras, lo que queda en evidencia es el impacto humano. Familias enteras esperaban a sus seres queridos en distintos puntos del país. Algunos regresaban a sus hogares, otros emprendían un viaje largo por trabajo o por razones personales. Nada les hacía imaginar que no llegarían.
En medio de la noche santacruceña, los nombres de las víctimas aún no se conocen. Pero la tragedia ya tiene rostro en el dolor de los que esperan noticias, en la angustia de los rescatistas y en el esfuerzo silencioso del personal médico que trabaja sin descanso.