Tormentas solares y riesgo de apagón global: la advertencia de la NASA que preocupa al mundo
La NASA volvió a encender las alarmas: la creciente actividad solar podría provocar interferencias en las comunicaciones y hasta un apagón global en la red eléctrica. Científicos advierten que las tormentas solares registradas en los últimos meses alcanzaron una intensidad inusual, con efectos directos sobre satélites, GPS y servicios básicos en la Tierra. ¿Qué tan real es el riesgo de una crisis energética mundial?

La advertencia de la NASA sobre tormentas solares
El 21 de mayo, la NASA emitió un comunicado donde alertó que el aumento de la actividad solar podría afectar sistemas de navegación, telecomunicaciones y el suministro eléctrico. La advertencia llegó tras la erupción más fuerte del año —una llamarada solar de clase X2.7— que provocó cortes de radio en Europa, Asia y Oriente Medio.
La NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) confirmó que los problemas en las señales de alta frecuencia se extendieron por varios minutos, lo que refleja la magnitud del fenómeno y la fragilidad de la infraestructura tecnológica global.
Tormentas solares en aumento
Los expertos aseguran que la región activa del sol sigue generando explosiones de radiación que podrían intensificarse en las próximas semanas. Tanto la NASA como el Centro de Predicción del Clima Espacial monitorean la situación, advirtiendo que los impactos no se limitan al espacio: un corte eléctrico masivo en la Tierra es un escenario posible.
Vincent Ledvina, especialista en auroras, comentó en redes sociales: “Esta misma mancha solar produjo una llamarada de magnitud 5.3 hace apenas unas horas. ¿Qué tiene planeado a continuación? Habrá que esperar para saberlo”.
Riesgo de un apagón global: Gates y Musk suman su voz
El temor a un apagón global no solo proviene del ámbito científico. Elon Musk advirtió recientemente que la creciente demanda de energía —impulsada en gran medida por la inteligencia artificial— podría derivar en una crisis energética sin precedentes.
Bill Gates, por su parte, señaló que las redes eléctricas enfrentan un doble desafío: la actividad solar y el impacto del cambio climático, con fenómenos extremos como olas de calor y tormentas que ponen a prueba los sistemas energéticos en todo el planeta.
Lo que está en juego
Un apagón mundial tendría consecuencias inmediatas: desde la interrupción de internet y el transporte aéreo, hasta fallas en hospitales, servicios de emergencia o provisión de agua. Analistas coinciden en que reforzar la infraestructura eléctrica y diseñar sistemas de respaldo será clave para evitar que un evento solar derive en una catástrofe global.
Conclusión: ¿un futuro bajo amenaza?
Hoy las tormentas solares están bajo permanente monitoreo, pero el riesgo de que un fenómeno natural provoque una crisis energética global ya no parece tan lejano. La pregunta es inevitable: ¿se anticipará el mundo a este desafío o la reacción llegará recién cuando la oscuridad sea un hecho consumado?