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Tensión cultural en Río Colorado: colectivos teatrales cuestionan al legislador Murillo por su voto

Instituciones culturales de Río Colorado expresaron su malestar ante el legislador Juan Sebastián Murillo, tras su voto en contra de la derogación de decretos que afectan directamente al financiamiento del teatro independiente y las bibliotecas populares. La respuesta del legislador no tardó en llegar, aunque no disipó del todo la preocupación del sector.

Espacios culturales —El Centro Cultural y Biblioteca Domingo F. Sarmiento, el Teatro Independiente de La Barda, el Teatro Quetren Quetren, el Teatro El Destino y la Biblioteca Popular Domingo Faustino Sarmiento— hicieron público su rechazo al legislador Juan Sebastián Murillo, tras su decisión de votar en contra del pedido de derogación de los decretos 345 y 346/2025, que, según denuncian, desfinancian al Instituto Nacional del Teatro (INT) y a la CONABIP.

En una carta contundente, firmada de forma colectiva, las instituciones expresaron su “preocupación y desconcierto”, señalando no sólo el impacto concreto que la medida puede tener en sus proyectos, sino también el “carácter contradictorio e hipócrita” del accionar del legislador, a quien acusan de haberse beneficiado de los espacios culturales para luego votar contra su sostenimiento.

Una historia compartida que se resquebraja

La crítica más dura apunta a un vínculo previo que, hasta ahora, parecía de cercanía. “Resulta contradictorio y doloroso que haya tomado clases, asistido a funciones y felicitado públicamente nuestro trabajo, para luego acompañar medidas que ponen en riesgo nuestra existencia”, señalaron, aludiendo en particular al acompañamiento histórico del INT y la CONABIP a sus proyectos.

Las salas teatrales y bibliotecas populares, muchas de ellas con décadas de historia, cumplen un rol clave en localidades como Río Colorado, donde el acceso a la cultura no es un dato garantizado, sino una conquista diaria. “Lo que está en juego es el derecho a la cultura en los territorios alejados de los grandes centros urbanos”, alertaron.

La respuesta del legislador: matices, compromiso provincial y llamado al diálogo

El legislador Murillo respondió con rapidez, reconociendo haber leído con atención el comunicado y asegurando que comprende la preocupación del sector. Sin embargo, justificó su decisión como parte de una definición política asumida dentro del bloque PRO Unión Republicana, diferenciando la política cultural nacional de la provincial.

“Interpretamos que las instituciones mencionadas mantienen sus fondos y su finalidad de promover la cultura a nivel nacional”, aseguró, aunque esa interpretación no parece ser compartida por los colectivos teatrales, que observan con alarma lo que consideran un vaciamiento progresivo del sistema de apoyo a la cultura comunitaria.

Murillo, no obstante, buscó descomprimir la tensión con un gesto: “Estoy a disposición para que podamos reunirnos y encontrar puntos en común”, sostuvo, reafirmando su compromiso con el desarrollo cultural en Río Colorado y el Valle Medio.

¿Qué está en juego?

Para los espacios culturales locales, la discusión va mucho más allá de una votación o una disputa partidaria. “Se trata de la posibilidad real de sostener la actividad cultural en zonas periféricas”, remarcan. Y ese desafío, advierten, no puede quedar atrapado en lógicas centralistas o internas de bloques legislativos.

Según especialistas en políticas culturales, la decisión de desfinanciar organismos como el INT o la CONABIP podría significar el retroceso de décadas en términos de acceso a la cultura federal. “Esto podría implicar el cierre de salas, la cancelación de programas de formación y la pérdida de espacios comunitarios fundamentales”, advierten voces del sector.

Una puerta entreabierta

El tono de la respuesta oficial fue diplomático, aunque no disipó del todo la preocupación. El llamado al diálogo fue bien recibido por algunos actores, pero otros reclaman acciones concretas y posicionamientos más firmes en defensa de la cultura independiente.

Mientras tanto, las instituciones culturales continúan su trabajo cotidiano, con la incertidumbre a cuestas, pero también con la convicción intacta. “No vamos a entregar esta bandera”, dijeron, en clara referencia al rol que cumplen en la vida de cientos de vecinos y vecinas de la región.

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