Producción

Superficie cultivada con almendros creció más de 400% en últimos diez años en Río Negro y Neuquén

La superficie cultivada con almendros en creció 416% en los últimos diez años en la provincia de Río Negro, al sumar un total de 250 hectáreas en la actualidad, afirmó hoy el especialista en fruticultura del INTA Valle Inferior, Darío Martín.

Las plantaciones de almendros se focalizan en el Alto Valle de Río Negro, con 145 hectáreas, y otras 105 hectáreas en Neuquén, precisó Martín.

El INTA, en un comunicado, señaló que a lo largo de los valles irrigados de los ríos Negro, Limay y Neuquén, existen 2.850 hectáreas que integran los sistemas de producción de nogales, avellanas y almendros.

En lo que respecta a la producción regional del almendros, el especialista señaló que se «comercializan en el mercado interno a un alto precio, dado que es el fruto seco más demandado en nuestro país».

La variedad más plantada es la Guara que se caracteriza por su floración tardía, «aunque las nuevas plantaciones son de variedades nuevas con floración extra tardías como por ejemplo la Marinada, que es una de la más utilizadas», detalló el especialista.

Para la producción en esta zona patagónica hay que tener en cuenta el impacto que tienen las heladas primaverales, ya que representan pérdidas muy significantes.

En ese sentido, Martín recomendó utilizar sistemas activos de control de heladas y una elección de variedades de floración extra tardías que minimizan el riesgo de pérdidas.

Según se informó en el INTA Valle Inferior recientemente fueron implantaron 3 variedades de almendros extra tardíos para ser evaluados en las condiciones agroclimáticas de esta región.

El nogal es el segundo cultivo con mayor aumento de superficies cultivadas, al sumar 1.910 hectáreas en la actualidad, con un crecimiento de 51.8% desde 2010 a la fecha.

La variedad más cultivada es la Chandler que tiene buenos atributos productivos que garantizan mayor rendimiento y calidad de fruto, aunque presentan algunas condicionantes ante la ocurrencia de heladas tardías y pérdidas productivas por bacteriosis y carpocapsa que inciden de manera diferente según la zona y el año.

El destino principal de las nueces es el consumo interno, pero los volúmenes exportados en los últimos años muestran una tendencia creciente, «surgieron nuevos actores como productores y empresas que incursionaron en diferentes mercados internacionales, y hasta se concretaron exportaciones conjuntas entre productores de los diferentes valles», señaló Martín.

En el caso del avellano, el incremento de la zona cultivada alcanzó un 29% con 690 hectáreas que en su mayoría se localizan en el Valle Inferior, lo que la convierte en la principal zona productora de avellanas del país.

La variedad más cultivada es la Tonda di Giffoni que cuenta con muy buenos atributos para la industria, y la segunda es la variedad Barcelona cuyo fruto es más apto para el consumo de mesa.

Las avellanas se destinan principalmente a la exportación a través de la empresa «Ferrero Corilicola» instalada en Valle Inferior, que compra y exporta la producción propia y de terceros.

«El mercado interno no deja de ser atractivo, sobre todo porque en los últimos años hubo una mayor demanda debido al aumento del consumo y a una mayor preferencia por la producción local respecto de las avellanas importadas de origen español o turco que son menor tamaño», explicó el especialista del INTA.

Las nueces y avellanas rionegrinas se venden principalmente a Italia y Chile, y en 2019 productores provinciales formaron parte de una experiencia regional que envió productos a Dubai.

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