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Portezuelo del Viento: ¿peligra la vida del río Colorado?

De unos 170 metros de altura por 500 metros de largo es la represa que se propone construir la provincia de Mendoza en su territorio. El problema es que se levantará sobre el cauce de un río que abastece a otras 4 provincias y que podría tener un alto impacto ambiental y social.

Organismos como las Naciones Unidas recomiendan una “gestión compartida” de los ríos transfronterizos. Hasta el momento los funcionarios de la provincia cuyana se niegan a compartir y «esto pareciese que solo preocupa a los pampeanos».

Días atrás y al respecto el mismo presidente de la Nación Mauricio Macri, opinaba sobre el río Colorado en su cuenta personal de facebook.

Mas tarde el mandatario se refería directamente a Portezuelo del Viento en un acto junto al gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo

Pero ¿qué es lo que sabemos de “Portezuelo del Viento”?

Si uno lee los medios informativos, este pareciera un problema que solo involucra a mendocinos y  pampeanos, sin embargo el proyecto afectaria directamente tanto a La Pampa, Rìo Negro e incluso a toda la región bajo riego de la provincia de Buenos Aires, quienes se abastecen de las aguas del río Colorado.

Portezuelo del Viento es el nombre de la represa que se pretende construir en la provincia de Mendoza.

Según sostienen funcionarios, especialistas y ambientalistas, va a generar un alto impacto ambiental y social. El aumento de la “salinidad” es una de ello y el peligro de un manejo “caprichoso” de las aguas es el otro.

Este jueves Daniel Ferrer pudo dialogar con Jorge Lezcano, diputado provincial de la provincia de La Pampa, quien además es Presidente de la Comisión de Ríos del Parlamento pampeano.

AUDIO

 

Lezcano se refirió a la preocupacion que generaron las declaraciones del presidente tanto en Gaiman como en el acto de mendoza.

En la comarca de Río Colorado y La Adela, segun los especialistas, explican que las consecuencias serían muy graves, como la disminución del agua,  y un importante aumento en la salinidad de la misma.

 

La obra

“Portezuelo del Viento” es un proyecto hidroeléctrico que se construiría sobre el río Grande, al sur de la provincia de Mendoza, el afluente más importante (entrega el 70% del caudal) del río Colorado.

Se trata de una gran muralla de más de 178 metros de altura (con una altura de “cota” que llegaría hasta los 152 metros) por unos 500 metros de largo, que se levantará en una zona de cañadones.

La gran pared de hormigón formará un lago de 3.788 hectáreas, una superficie equivalente a más de la mitad de la Reserva Provincial Parque Luro.

La construcción, una verdadera obra de ingeniería, permitirá regular el curso de agua y tendrá una generación media anual de 887 GWh de energía, entre otras cuestiones.

Pero más allá de la obra en sí, la preocupación está centrada en la administración. “No a Portezuelo en las condiciones que lo propone Mendoza”, aclara Javier Schlegel, quien explica que el “NO” es “al manejo”.

La construcción de la obra, como el primer llenado y el manejo futuro, tal como lo establece el Tratado del Colorado, debe estar bajo el control y el manejo del Comité de Cuenca correspondiente a COIRCO (Comité Interjurisdiccional del Río Colorado), dice parte del material distribuido con la campaña pampeana. “Si esto quedara en manos de Mendoza”, explica, “se comprometería gravemente toda la vera del río Colorado”.

 

Que dice la UNESCO

En el Capítulo 11, la UNESCO dice que “la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH) busca una gestión del agua más eficaz y equitativa mediante la intensificación de la cooperación”. A la vez que advierte que “en el futuro, es posible que los temas especialmente polémicos estén relacionados con las aguas transfronterizas compartidas y la seguridad medioambiental.”

Al analizar situaciones reales, la diferencia entre tener y no tener acceso al agua es un problema de supervivencia: “El cómo y quién está involucrado en la gobernabilidad del agua afecta al caudal de los ríos, a las aguas subterráneas y a los niveles de contaminación, además de determinar la proporción de agua que corresponde a los usuarios agua arriba y agua abajo.”

Por eso propone “el establecimiento de relaciones de cooperación río arriba y río abajo”, teniendo en cuenta que “casi la mitad de la población mundial vive en cuencas fluviales o sobre acuíferos que cruzan alguna frontera internacional”. (PD)

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