Para predecir y ayudar a controlar la propagación de esas enfermedades transmitidas por mosquitos, es importante saber dónde y por qué, evolutivamente hablando, ciertos mosquitos obtuvieron su gusto por picar a los humanos en primer lugar. Ahora, los investigadores que informaron en la revista Current Biology han identificado dos factores principales: un clima seco y la vida en la ciudad.
Con base en estos hallazgos, predicen que el aumento de la urbanización en las próximas décadas significará aún más mosquitos picando a humanos en el futuro.
«Los mosquitos Aedes aegypti son invasores en los trópicos globales, donde una fuerte preferencia por los huéspedes y hábitats humanos los convierte en importantes vectores de enfermedades», dice Carolyn McBride de la Universidad de Princeton.
«Descubrimos que en su área de distribución nativa del África subsahariana, muestran una atracción extremadamente variable por los huéspedes humanos, que van desde una fuerte preferencia por los humanos hasta una fuerte preferencia por los animales no humanos», agrega.
«Los mosquitos que viven cerca de densas poblaciones humanas en ciudades como Kumasi, Ghana u Ouagadougou, Burkina Faso, mostraron una mayor disposición a picar a los huéspedes humanos», expresa Noah Rose, también de Princeton. «Pero solo desarrollan una fuerte preferencia por los huéspedes humanos en lugares con estaciones secas intensas, en particular, en la región del Sahel, donde las lluvias se concentran en solo un par de meses al año. Creemos que esto se debe a que los mosquitos en estos climas son especialmente dependiente de los seres humanos y del almacenamiento de agua humana para su ciclo de vida «.
La gente tiende a pensar en todos los mosquitos como plagas importantes para las personas. Pero, de hecho, explican los investigadores, los mosquitos son bastante diversos. Algunos de ellos no pican a los humanos en absoluto. Solo unas pocas especies se especializan en picar a las personas. Los expertos centraron su atención en Aedes aegypti, el principal transmisor del dengue, el Zika, la fiebre amarilla y el virus Chikungunya.
«Mucha gente ha especulado acerca de por qué esta especie evolucionó para picar selectivamente a los humanos, pero nuestro estudio es el primero en abordar esta pregunta directamente con datos empíricos sistemáticos», dice McBride.
Para ello, los investigadores aprovecharon que esta especie procedía de África y que a muchas poblaciones de África todavía no les gusta morder a los humanos. Hicieron una pregunta simple: ¿En qué lugares los mosquitos les gusta picar a humanos? Y, ¿Dónde prefieren morder a otros animales?
En el laboratorio, probaron las preferencias de cada una de esas poblaciones de mosquitos por el olor de las personas frente a otros animales, incluidos los conejillos de indias y las codornices.
Hallazgos principales
Primero, se muestra que los mosquitos que viven en las ciudades densamente pobladas, se sienten atraídos por las personas más que los de lugares rurales o salvajes. Sin embargo, los investigadores señalan que esto solo se aplica a ciudades modernas especialmente densas y, por lo tanto, no es probable que sea la razón original de le preferencia de estos insectos.
Su segundo descubrimiento fue que los mosquitos que vivían en lugares con estaciones secas más largas y cálidas mostraban una fuerte preferencia por el olor humano frente al animal.
Los investigadores muestran que muchos genes concentrados en algunas partes clave del genoma impulsaron este cambio evolutivo en las preferencias de picadura de los mosquitos. Con base en sus hallazgos, los investigadores preguntaron cómo se espera que el cambio climático y el crecimiento urbano a corto plazo moldeen el comportamiento de los mosquitos en el futuro cercano. Y no son buenas noticias. La rápida urbanización podría empujar a más mosquitos a picar a los humanos en muchas ciudades durante los próximos 30 años.
Los mosquitos y el gen del sudor humano
Las hembras de mosquito encuentran en la sangre de los vertebrados los nutrientes necesarios para poner sus huevos. Atraídas por el dióxido de carbono que emiten los humanos al respirar y por los ácidos lácticos de su sudor, estos insectos utilizan su sentido del olfato para encontrar a sus presas.
Para saber más sobre este proceso, investigadores del Laboratorio de Genética Tropical de Miami (EE UU) han estudiado a la especie Aedes aegypti y han descubierto que el gen Ir8a es el responsable de que puedan percibir el olor a sudor.
“Cuando se elimina el gen Ir8a el insecto pierde su capacidad de respuesta ante los ácidos volátiles y, con ello, aproximadamente el 50% de su atracción por los humanos” sostiene Matthew DeGennaro, líder del trabajo publicado en la revista Current Biology.
A partir de los resultados obtenidos se podrían diseñar repelentes y trampas más efectivas. “Los olores que enmascaran la vía IR8a podrían mejorar la eficacia de los repelentes actuales. De esta forma, nuestro descubrimiento podría ayudar a evitar que las personas sean las presas principales de estos insectos”, expresa DeGennaro.