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“Lo del apoyo al Libro Blanco no es cierto, es una barbaridad y una aberración”.

Carlos Ilú, presidente de la Cámara de productores de Cervantes se sumó al rechazo generalizado al Decreto de Weretilneck que impone el denominado Libro Blanco de la Fruticultura. “No le van a venir a enseñar al productor rionegrino cómo se tiene que hacer fruticultura”, dijo.

Distintos referentes de la actividad frutícola del Alto Valle consultados por el medio informativo «En Estos Días», rechazaron de plano el Decreto del gobernador que puso en vigencia el denominado Libro Blanco, un compendio de ideas y diagnósticos sobre la economía regional rionegrina que plantea el desarrollo de la actividad mediante créditos sin términos precisos que deberán asumir los propios productores, y que no especifica cómo es que esas ideas se llevarán finalmente a la práctica.

 

“Nosotros negamos enfáticamente que haya un acuerdo mayoritario de las cámaras para implementar este decreto”, aseguró Carlos Ilú, presidente de la Cámara Frutícola de Cervantes, “Habrá, sí, productores que estarán comprometidos políticamente, porque es por ahí que viene el compromiso: un compromiso político con este gobierno para apoyar esto que es una especie de bosquejo del que ni siquiera conocen bien qué dice”

“Eso de los 700 productores que están de acuerdo yo lo desmiento”, subrayó el dirigente

Tal como lo adelantara este medio la tensión entre los productores y el Gobierno Provincial va en aumento, y el decreto firmado por Weretilneck el lunes pasado cayó de la peor manera sobre el ánimo de los trabajadores de la fruta, que se encuentran sumergidos en un crisis profunda.

Ilú calificó al decreto como una “aberración”.

“No tuvimos la oportunidad de decir nada” se quejó, “lo hicieron todo a escondidas y sotto voce”

“No le van a venir a enseñar al productor rionegrino como se tiene que hacer fruticultura, eso es una barbaridad y una aberración, y es una falta de respeto para con los pioneros del Valle”, agregó.

Las pérdidas de mercados externos provocaron una caída en los envíos al exterior de peras del 11% entre noviembre de 2016 y noviembre de 2017, y del 16% en manzanas para el mismo lapso, según datos del SENASA.

«La situación es de quebranto total por la manera distorsionada en que evolucionaron la inflación, los costos y el tipo de cambio en los últimos años, con diferencias de entre 10% y 15% entre cada uno. Perdemos mercados afuera y adentro» señaló Carlos Zanardi, presidente de la Cámara de Productores Agrícolas de Fernández Oro.

Por su parte, Sebastián Hernández, presidente de la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén, detalló que  durante 2017 y por distintos motivos, de las 43 mil hectáreas que se cultivan en las dos provincias (37 mil de las cuales están en Río Negro), 18 mil “fueron a pérdida”.

El país exporta anualmente un promedio de 460 mil toneladas de peras y 280 mil toneladas de manzanas. Las exportaciones de manzana y pera del Alto Valle representan la mitad de las exportaciones de frutas frescas del país.

Argentina es la primera exportadora de peras del Hemisferio Sur y la quinta en manzanas a nivel mundial. El área productiva representa 50 mil hectáreas implantadas con frutales, 85% en Río Negro y 15% en Neuquén, con unos 4 mil productores, 260 establecimientos de acondicionamiento y empaque, 220 establecimientos frigoríficos, y 11 empresas que elaboran jugo concentrado. La economía regional genera alrededor de 50 mil puestos de trabajo directos y 15 mil indirectos, según datos de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI).

Desde el Gobierno Provincial aseguraron que  el “Libro Blanco logró 700 adherentes entre productores y empresas frutícolas, sumando 573 de Río Negro y 127 de Neuquén”, dato que, de ser cierto, aún contrasta con los expuestos por la CAFI, y queda reducido a una notable minoría.

Foto: Gentileza

Determinante, Carlos Ilú dijo que “acá no hay proyecto; esto un bosquejo sin proyecto alguno, que no tiene sustentabilidad y que forma parte de una acción del estado que es depredadora para nuestra producción y para la de todas las economías regionales. Es una cosa en el aire, una torpeza que además no la escribió el Gobierno, sino que la firman dos profesionales que se dedican a vender este tipo de bosquejos. No tiene sustentabilidad alguna. Lo hacen para demarcar quiénes son los actores que tienen que quedar en la actividad, y también los dirigentes que tienen que quedar, porque claramente es donde están apuntando. Quieren cambiar los dirigentes porque nos les convienen”

Para el dirigente “están avanzando sobre los derechos del trabajador (con el Decreto) y, a la postre, no va a poder ser implementado porque no tiene en absoluto consenso de las distintas entidades. Ni de los dirigentes de la fruticultura ni de los productores”

En Estos Días: En su introducción el Decreto dice: “Los distintos sindicatos que participan de la organización del mercado regional de frutas se comprometen en apoyar una propuesta de normativa sobre adecuación de puestos laborales con mayor movilidad o polifuncionalidad. También la conformidad de que con certificado médico para no realizar labores, debe presentarse la historia clínica. Y para la Cosecha 2018 se elaborará una propuesta sobre productividad colectiva”. ¿Cómo analizan ustedes ese párrafo?

Carlos Ilú: Quieren quedar bien con el Gobierno Nacional haciendo ver que ellos se están adecuando a la flexibilización laboral. El gobernador habla imperativamente de que nosotros tenemos que bajar los costos, cuando en realidad los costos no dependen de nosotros. Nosotros no decidimos el precio de la energía, del combustible, el costo laboral, de los impuestos nacionales y provinciales. Estos son los componentes de los costos de producción que nada tienen que ver con las decisiones del productor

EED: El Decreto también menciona la creación de nuevas entidades que denomina “Organización de Productores” y que define como nuevas asociaciones entre empresarios y productores

Carlos Ilú: Es lo que hablábamos del avance que quieren hacer sobre las organizaciones de productores, porque los interlocutores no les convienen.

EED: Y demostraría que el consenso del que hablan no es tal.

Carlos Ilú: Es un engañapichanga. Hace años que están sentados sobre la crisis y no tienen ni una sola idea. Están incurriendo en un nuevo error; un error que en realidad no es tal, sino que es el punto de vista que tienen (el Gobierno Provincial) y que es dejar afuera a miles de productores que hoy están en actividad y que no van a poder formar parte de esta especie de plan por decreto. Esto es en beneficio de las grandes empresas, no de los productores.

El Libro Blanco ya había sido rechazado por la mayor parte de las cámaras de productores cuando fue presentado hace un año. La incógnita en todo caso reside en por qué se vuelve a insistir ahora.

“Es que como no son capaces de solucionar nada, se les ocurre que algo hay que tirar para que la gente esté entretenida y creyendo que ellos están haciendo algo en favor de la actividad, cosa que no es cierta porque no están haciendo nada”, razonó Ilú

Cuando se conoció la iniciativa de Weretilneck, la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén advirtió en un comunicado que “los productores primarios requieren con suma urgencia acciones inmediatas por parte del Estado nacional y provincial. La decisión de llevar adelante programas de endeudamiento sin previsibilidad, que continúan dejando al productor desamparado ante el acecho de quienes ejercen el poder absoluto de comercialización que lejos de ser una solución, lo único que se ha logrado es incrementar en su mayoría más endeudamientos, de los que les resulta prácticamente imposible salir sumergiéndolos en la más absoluta desazón y descreimiento”.

Carlos Zanardi, presidente de la Cámara de Productores de Fernández Oro.

En medio de la campaña Los productores buscan evitar que se pierdan entre 200 y 300 mil toneladas de peras y manzanas aún en proceso de cosecha.

Hay un fastidio generalizado por la pérdida en estos dos últimos años de beneficios acordados para el sector tales como la quita del Impuesto a la Transferencia de los Combustibles al sur del río Colorado o los reembolsos por exportaciones a través de los puertos patagónicos que Nación eliminó a fines de 2016.

“No son ni siquiera capaces de defender el statu quo existente. Beneficios que nosotros ya teníamos. No tienen la idea ni tampoco la voluntad de solucionar la crisis”, dijo Ilú

A todo esto, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de Río Negro, Alberto Diómedi, anunció hace una semana que «se acordó una agenda de trabajo con el Gobierno nacional». La sorpresiva promulgación del Decreto descolocó a los productores que se habían ido de la mesa de negociaciones con Nación llevándose la promesa de que nada se haría sin consenso.

Por su lado, Miguel Etchevehere, ministro de Agroindustria  de la Nación, sí cumplió con el depósito de la adenda de 70 millones de pesos adeudados para las tareas de poda y sanidad previas a la cosecha. “Ese dinero llegó pero hubo que usarlo mayormente para pagar salarios”, confirmó Carlos Ilú, “Las tareas culturales se realizan durante el año y las certifica el INTA. Eso se hizo todo a nuestra costa. Ahora esa plata sirvió para sobrellevar los sueldos de los trabajadores”

“El gobernador nos ha dado la espalda” aseguró Carlos Zanardi, y calificó de ´libro negro´ al Plan Frutícola provincial. “Es la eliminación de la fruticultura y el arraso de los pequeños y medianos productores con una topadora”.

“No hay acuerdo”, dijo, con la iniciativa del gobierno provincial para imponer el “Libro blanco”, y recordó que la Federación está trabajando junto al INTA y la Universidad del Comahue en otro proyecto.

“Lo llamamos Libro Verde para diferenciarlo de ese bosquejo del Gobierno”, comentó a su vez Ilú, pero “hace tres años que le estamos pidiendo una reunión al gobernador y no nos la da. Nos manda con el ministro (Alberto Diomedi), como si fuera un lujo que el ministro nos atendiera, cuando en realidad no aporta ni una sola solución”.

En Estos Días: ¿Continúa el diálogo por ahora?

Carlos Ilú: Sí, no sé cómo caratularlo, porque es raro que un gobernador en lugar de ponerse al frente de las necesidades de los productores de una de las actividades económicas más importantes de su provincia, salga a plantear cuestiones que van en contra de toda la historia de la producción frutícola del Valle. (En estos Días)

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