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Energia cara y escasa para los argentinos pero barata y abundante para los de afuera.

De a poco se irá desmantelando el mercado interno, atrofiando el aparato productivo e industrial nacional, el consumo doméstico. Afirma *Federico Bernal.

En tiempo récord, el diario La Nación dedicó dos editoriales a la cuestión energética y a fertilizar culturalmente el campo de lo que ya es un desembozado retorno a la energía en calidad de commodity, escasa y cara para los argentinos y las argentinas pero barata y abundante para compradores foráneos. De a poco se irá desmantelando el mercado interno, atrofiando el aparato productivo e industrial nacional, el consumo doméstico.

La energía y la explotación hidrocarburífera ya desreguladas y dirigidas por una cámara empresaria con poder ministerial (Ministerio de Energía de la Nación), repondrá el déficit de la balanza por la vía de la disminución de la demanda local y el incremento de la producción de tipo depredatoria, tal y como sucedió en los noventa. Aquí nuestra respuesta a una de esas editoriales, la titulada ‘Calor, cortes y emergencia eléctrica‘ (31/12/2015). De retrucar la segunda se encargó el diputado nacional Julio De Vido, en su nota publicada este 5 de enero en el portal del OETEC y cuya lectura recomendamos. Para los interesados se titula ‘China y Argentina. Las represas del Río Santa Cruz. Macri: ¿cambiemos o volvieron? El retorno del país chico y las viejas ‘relaciones‘ ¿internacionales?‘. Vamos con la primera editorial.
La zoncera del ‘derrame‘ tarifario
‘Calor, cortes y emergencia eléctrica‘ fundamenta el relato macrista del ‘sinceramiento‘ y su rol de salvador, dada la ‘profusa gama de problemas heredados‘ por su administración. El sinceramiento en cuestión es la única vía para evitar un ‘colapso eléctrico‘.

A ello está abocado el titular de la cámara empresaria con poder ministerial energético, Juan José Aranguren, ex CEO de la filial local de la compañía petrolera anglo-holandesa Shell. Aranguren aseguró en reiteradas oportunidades durante el mes de diciembre que los cortes de suministro corresponden a insuficientes inversiones en el segmento de distribución de energía eléctrica en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), cuyas concesiones están a cargo de las prestatarias Edenor y Edesur, los cuales van en aumento de acuerdo a las condiciones climáticas del verano. Sin embargo, tanto el ministro de Energía como el diario La Nación, señalan que la principal causa se debe al congelamiento de las tarifas eléctricas y al aumento de los costos operativos de las mismas.

Omisiones y tergiversaciones
Aquí el relato macrista olvida que dichas prestatarias del servicio público de distribución de electricidad prácticamente no efectuaron inversiones durante el período 1993-2001 cuando gozaron de aumentos sistemáticos de las tarifas (dolarizadas), evolucionando de acuerdo al IPC de EE UU.

 

Olvida también el relato macrista que el costo del gas natural importado se redujo considerablemente durante 2015 y que, a su vez, en el mismo año se logró por primera vez desde 2005 sustituir importaciones gasíferas mediante un significativo aumento de la producción local de este hidrocarburo, particularmente gracias a las compulsivas inversiones efectuadas por YPF y a la planificación estratégica ejecutada desde el entones ministerio de Planificación Federal, todo lo cual elevó la disponibilidad de la oferta y del despacho de gas natural por redes. Destaca en este sentido el importantísimo incremento desde enero de 2013 gracias a la implementación del Plan de Estímulo a la Inyección de Gas Excedente.
Generación a salvo
Según CAMMESA, al mes de noviembre de 2015 el Sistema Argentino de Interconexión (SADI) contaba con 33.353 MW de potencia instalada nominal unificada. La potencia máxima bruta registrada en dicho mes fue de 20.411 MW (16/11/2015 a las 20:52 hs); el récord del año 2015 ocurrió en el mes de junio, con una potencia máxima bruta de 23.529 MW, mientras que el récord histórico sucedió en enero de 2014, con 24.034 MW. Generalmente la potencia efectiva suele estar entre 2.000 MW y 4.000 MW por debajo de la potencia nominal instalada unificada al SADI, razón por la cual no hay manera de argumentar que el problema también es de generación.

 

Por otra parte, se encuentran incorporándose al SADI 120 MW de la primera turbina de la Central Térmica Río Turbio, que en poco tiempo estará unificada al mismo, y en el transcurso de los próximos seis meses deben sumarse 120 MW de la segunda turbina de Río Turbio, los 280 MW del cierre del ciclo combinado de la Central Térmica Ensenada de Barragán, los 140 MW del cierre del ciclo combinado de la Central Térmica Brigadier López y los 60 MW de la represa hidroeléctrica Punta Negra en la provincia de San Juan. En suma, 720 MW de nuevos equipos de generación en centrales eléctricas, a los que se deberán sumar los 1.651 MW que están en proceso de habilitación comercial. A todo ello debe señalarse que el gobierno saliente dejó en marcha la construcción de centrales eléctricas que en conjunto sumarán 5.500 MW.
U$S 25 mil millones en energía para la Nación
Entre 2003 y 2015, el Estado nacional gestionó inversiones que permitieron incrementar en 12.500 MW la potencia instalada del parque de generación que opera en el SADI. Lo mismo se replica para el caso del sistema de transmisión por alta y extra alta tensión, con alrededor de 6000 km adicionales de líneas de 500 kV (mayoritariamente), 220 kV y 132 kV. Todas estas obras públicas, parte indisoluble del plan de infraestructura más importante de la historia, permitieron que en los últimos doce años alrededor de 4.600.000 hogares accedieran por primera vez al servicio público de electricidad que opera en el SADI, junto a la instalación de más de 320.000 nuevos medidores industriales y comerciales.

 

Esto forma parte de los resultados del Plan Energético Nacional y sus 25.000 millones de dólares de inversión en obras de infraestructura energética y otros 11.000 millones de dólares de inversión pública para reactivar el Plan Nuclear Argentino, siendo la puesta puesta en marcha de la Central Nuclear Atucha II ‘Presidente Néstor Carlos Kirchner‘ el hito más importante del citado plan.

 

*Federico Bernal. Bioquímico y Biotecnólogo de la Universidad de Buenos Aires (UBA), especializado en Microbiología Industrial. Director General del Observatorio de la Energía, la Tecnología y la Infraestructura para el Desarrollo (OETEC). Director Editorial del Centro Latinoamericano de Investigaciones Científicas y Técnicas (CLICET). Asesor en Políticas Energéticas del Senado de la Provincia de Buenos Aires. Profesor de la Universidad Nacional de Lanús y de la Universidad Nacional de La Matanza. Miembro del equipo de investigación del Área de Recursos Energéticos y Planificación para el Desarrollo del IDICSO (Universidad del Salvador). Ex becario del INTA y ex investigador del INAME. Columnista especializado en temas energéticos y político-económicos del diario Tiempo Argentino y de la Revista Estrategia Energética.

 

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