En busca de gigantes: paleontólogos argentinos transmitirán en vivo la búsqueda de fósiles en la Patagonia
¿Cómo se desentierra un dinosaurio? ¿Qué se siente al encontrar un hueso de millones de años? A partir de octubre, científicos del CONICET compartirán en vivo su expedición paleontológica en la Patagonia, mostrando desde el trabajo en campo hasta la vida en carpas en uno de los yacimientos fósiles más importantes del mundo. La iniciativa, liderada por el Museo Argentino de Ciencias Naturales, busca acercar la ciencia al público de una forma inédita y envolvente.

Después del éxito arrollador de la transmisión en vivo desde el fondo del mar argentino —que llegó a captar hasta 90 mil espectadores simultáneos— el equipo de paleontólogos del CONICET redobla la apuesta: durante tres semanas, abrirán al mundo una ventana al pasado profundo de la Tierra desde las estepas de Río Negro.
No se trata solo de mostrar huesos. La propuesta, organizada por Paleocueva —un proyecto del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados (LACEV)— tiene como objetivo principal visibilizar cómo se hace ciencia en condiciones reales: con viento, polvo, frío, y mucha paciencia.
«¿Alguna vez te preguntaste cómo se encuentra un dinosaurio fósil, cómo se extrae y cómo llega al museo para ser estudiado?», preguntan los científicos en redes sociales, como quien lanza un anzuelo cargado de asombro.
Huesos, carpas y cámaras: así será el streaming
El proyecto, que se emitirá en vivo aunque aún sin plataforma confirmada, ofrecerá una mirada sin filtros sobre la rutina de los investigadores: desde las primeras excavaciones del día hasta las cenas al aire libre después de una jornada extenuante.
Los espectadores podrán ver en tiempo real cómo se identifican piezas óseas, dientes y otros restos. No faltarán explicaciones técnicas, pero con un tono accesible para quienes no tienen formación en paleontología. La convivencia en carpas, los desafíos logísticos y hasta los contratiempos propios de una expedición en terreno agreste formarán parte del relato.
La Patagonia no fue elegida al azar. Esta región es considerada una de las tres más ricas del planeta en términos paleontológicos. Allí se encontró, por ejemplo, el Patagotitan mayorum, el dinosaurio más grande conocido hasta ahora, cuyo esqueleto reconstruido impresiona en museos del país y del extranjero.
Ciencia para ver y sentir
Más allá del interés científico, esta transmisión en vivo plantea una apuesta por el conocimiento abierto y participativo. En tiempos de desinformación y escepticismo, ofrecer la posibilidad de “ver para creer” cobra un valor particular.
“Queremos mostrar lo que hacemos, que la gente sepa cómo es realmente el trabajo de un paleontólogo. Que se sientan parte”, explica uno de los investigadores del MACN. Y lo cierto es que, con esta propuesta, no solo se abren fósiles, sino también puertas a la curiosidad y al aprendizaje.
Un país con huellas profundas
Argentina tiene una tradición paleontológica robusta. Desde los hallazgos en la Patagonia hasta investigaciones en otras regiones del país, el trabajo de campo ha permitido reconstruir buena parte de la historia de la vida en Sudamérica. Sin embargo, pocas veces se tiene acceso directo a ese proceso, en el momento mismo en que ocurre.
Este tipo de transmisiones puede cambiar esa relación entre ciencia y sociedad. Ver en vivo el descubrimiento de un hueso que estuvo enterrado por 70 millones de años no solo emociona: también educa, despierta vocaciones y genera un tipo de vínculo que ni el mejor documental puede lograr.
¿Qué se espera de esta experiencia?
Todavía no está claro si este formato logrará el mismo impacto que la transmisión submarina, pero hay razones para creer que sí. La combinación entre misterio, aventura y ciencia es difícil de resistir. Además, en un mundo hiperconectado, llevar la paleontología a las pantallas puede ser una forma poderosa de renovar el interés por las ciencias naturales.
Desde el LACEV invitan a seguir sus redes sociales para conocer la fecha exacta y la plataforma donde se realizará el streaming. Mientras tanto, crece la expectativa. Y no es para menos: no todos los días se puede ver, en directo, cómo se descubre un fragmento del pasado remoto de la Tierra.