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Elevaron el alerta a naranja: intensos vientos y lluvias

La jornada de este domingo no será una más para los habitantes del norte de la Patagonia. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) elevó a alerta naranja el nivel de precaución en sectores de Neuquén y Río Negro debido a la combinación de fuertes vientos y precipitaciones persistentes. La advertencia se extiende desde la madrugada hasta la tarde, con pronósticos que preocupan tanto a las autoridades como a los vecinos.

En Río Negro, las miradas están puestas en San Carlos de Bariloche y en las áreas cordilleranas de Pilcaniyeu y Ñorquincó, donde el viento podría superar los 120 km/h en ráfagas. A la fuerza del aire se suma una alerta amarilla por lluvias: se esperan entre 15 y 30 milímetros acumulados, con la posibilidad de que en las zonas más altas esas precipitaciones lleguen en forma de nieve.

El SMN anticipa que la intensidad será mayor en las primeras horas de la mañana. Luego, si bien el viento se mantendrá, perderá parte de su fuerza. El resto del territorio rionegrino tampoco queda exento: allí rige una alerta amarilla por vientos del oeste que rondarán entre 45 y 65 km/h, con ráfagas de hasta 100 km/h.

Neuquén también en guardia

En el caso de Neuquén, el foco está en la región de Los Lagos, que permanece bajo alerta naranja. Allí, los vientos del oeste podrían alcanzar la misma intensidad que en la cordillera rionegrina: ráfagas de hasta 120 km/h. Aunque hacia la tarde se espera una disminución, las ráfagas podrían seguir tocando los 100 km/h.

A la par, se prevén lluvias de variada intensidad durante gran parte del día, con acumulados similares a los de Río Negro. Según el SMN, el escenario se repetirá en otras zonas de la provincia, aunque bajo alerta amarilla. Se trata de departamentos como Huiliches, Lácar, Aluminé, Confluencia, Añelo, Pehuenches, Picún Leufú, Catán Lil, Collón Curá y Zapala.

El impacto y la preocupación local

Las ráfagas que se anuncian no son un fenómeno menor: los 120 km/h equivalen a la fuerza de un vendaval capaz de provocar caídas de árboles, voladuras de techos y complicaciones en rutas de montaña. En paralelo, las lluvias —con la chance de transformarse en nieve en cotas altas— podrían dificultar aún más la circulación y sumar riesgos de deslizamientos.

Autoridades de ambas provincias ya emitieron recomendaciones: evitar traslados innecesarios, asegurar objetos sueltos y mantenerse atentos a los partes oficiales. Lo cierto es que cada temporal en la región despierta la misma pregunta entre vecinos y turistas: ¿estamos lo suficientemente preparados para enfrentar fenómenos cada vez más intensos?

Lo que viene

Aunque el SMN anticipa una merma en la intensidad de los vientos hacia la tarde del domingo, todavía no está claro si el mal tiempo persistirá durante el inicio de la semana. Expertos advierten que este tipo de eventos, cada vez más frecuentes en la Patagonia, podrían estar asociados a cambios en los patrones climáticos de gran escala.

En definitiva, la jornada se presenta como un desafío para residentes y autoridades locales. Y mientras el cielo se carga de nubes y el viento azota con fuerza, la sensación es la de un domingo en el que la naturaleza vuelve a marcar su poder en la Patagonia.

 

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