Productores y vecinos podrían ver peligrar su tierra, y la calidad del agua luego del anuncio de la provincia de La Pampa de abrir el paso de las aguas en el denominado Tapón de Alonso, lo que provocaría un aumento de la salinidad del río Colorado.
La noticia se conoció en la última reunión del Comité Ejecutivo del COIRCO, en la cual el representante de la provincia de La Pampa comunicó que, por decisión del gobernador Carlos Verna, el Tapón de Alonso (una obra de regulación en el sistema del Curacó para desviar aguas a la laguna La Amarga) quedará abierto.
De esta manera, las aguas llegarán al río Colorado, evitando así que los caudales que entran a La Pampa desde los ríos Desaguadero y Atuel causen daños a los pobladores de la provincia.
Sin embargo, esto causaría un daño gravísimo a las áreas de riego de Río Negro y Buenos Aires, con más de 160.000 hectáreas en producción, por la salinización de las aguas del río Colorado provocada por el aporte de agua salina del río Curacó.
Inmediatamente se comenzaron a realizar las gestiones para evitar este conflicto, considerando principalmente que hay acuerdos previos entre las tres provincias (La Pampa, Río Negro y Buenos Aires) que buscan evitar este tipo de problemas y donde el agua se desvía a bajos y salitrales en La Pampa que no son productivos y, por lo tanto, no causan ningún perjuicio.
Las gestiones para solucionar este inconveniente se están realizando desde las máximas autoridades de la provincia de Buenos Aires y desde el Ministerio del Interior de la Nación, junto a los aportes técnicos del COIRCO y de CORFO Río Colorado.
Una situación similar se vivió a mediados de 2007, cuando la provincia de La Pampa había tomado la misma situación, generando una gran preocupación en el sector productivo.
En ese momento se advertía que si el río Colorado se salinizaba más de lo aconsejable, las poblaciones de Río Colorado, La Adela, Juan A. Pradere, Pedro Luro y Villalonga, perderían su principal fuente de agua para consumo humano. Además, se perjudicaría severamente la producción frutícola y agrícola en las colonias Juliá y Echarren y Reig (Río Colorado), así como la hortícola del sur bonaerense.
Finalmente, al aumentar las erogaciones desde el Dique Casa de Piedra, el nivel de salinidad en las aguas no fue perjudicial. (La Nueva)