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El ajuste a las universidades pone en riesgo a la del Comahue.

El Gobierno Nacional le debe a la Universidad más de 66 millones de pesos.

*Opinión

Por Mario E. Sabbatella – Legislador

No me voy a acostumbrar a las mentiras y al discurso hueco de este gobierno nacional. Pregonan “Empleo de Calidad”, y despiden empleados públicos, asfixian a las Pymes y abren la importación en detrimento de la Industria Nacional. Pregonan “El Diálogo”, y disuelven la Paritaria Nacional Docente poniendo topes. Pregonan “Obra Pública”, y la dejan librada a la iniciativa privada evadiendo los controles públicos, actividad ya sobrevaluada y fracasada en países de la Unión Europea. Y mientras hablan de meritocracia, desfinancian la Universidad Pública quitando derechos en relación directa con la inclusión, educación y poniendo en riesgo el futuro de nuestros jóvenes. La UNCO no puede terminar el año con solo un 58% de su presupuesto.

Mientras la lista podría ser interminable, a lo que no me quiero acostumbrar es a que el Estado abandone su rol protector del bienestar de la ciudadanía y siga destrozando derechos. Por “una” gestión mal llevada, no me resigno a perder el concepto de Estado. Por eso en este momento me sumo con todas mis fuerzas a las voces que reclaman por el “ajustazo universitario”.

En la última reunión del Consejo Superior de la Universidad Nacional del Comahue, el Rector Gustavo Crisafulli informó a los consejeros de la grave situación financiera que atraviesa la Universidad Nacional del Comahue (UNCO), y que durante el último Encuentro del Consejo Interuniversitario Nacional con el Ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, y el jefe de Gabinete Nacional, Marcos Peña, se gestionó la elaboración de un cronograma nacional para saldar las deudas; pero no obtuvieron respuesta.

“La deuda que el Gobierno Nacional mantiene con la UNCO es superior a SESENTA Y SEIS MILLONES DOSCIENTOS MIL PESOS ($66.200.000); que de las SIETE (7) partidas mensuales correspondientes al corriente año 2018, sólo se recibió UNA (1); y que de persistir dicha situación límite, podría implicar la imposibilidad de comenzar con el dictado de clases luego del receso de invernal. El monto enunciado es exclusivamente para gastos de funcionamiento, que afecta los compromisos de pago de servicios (agua, luz, gas), limpieza, gimnasios, comedor, becas, residencias, extensión e investigación, entre otros”, informaron.

¿Por qué habríamos de resignarnos a éste presente? Cuando en la gestión del gobierno anterior de acuerdo a la definición de la Unesco respecto a que “la educación encierra un tesoro”, aceptamos como Nación el desafío gubernamental de invertir el 6% del PBI en educación. En 2006 entró en vigencia en nuestro país la Ley de Financiamiento Educativo para cumplir con esa meta, incluyendo funciones de educación y ciencia y tecnología. En 2010 esa relación alcanzó el 5,39% y en 2015 llegó a 6,60% del PBI. Meta lograda. ¿Por qué esta gestión en solo 30 meses destrozó todo ese esfuerzo?

En el interior, este “ajustazo universitario” pega más fuerte, conspirando contra la inclusión social y la igualdad de oportunidades que supimos alcanzar. Así planteado, no podemos bajar los brazos…

En lo inmediato exijo junto a tantos más, el cumplimiento de la Ley que indica el envío de las partidas presupuestarias adeudadas a la Universidad Nacional del Comahue, en lo que respecta al corriente año 2018. Y que a futuro se asegure la meta para el financiamiento educativo, compensando las asimetrías regionales con una mayor participación en el financiamiento por parte del Estado Nacional. Esta exigencia es elevada desde mi lugar como legislador provincial a la Jefatura de Gabinete de Ministros del Poder Ejecutivo Nacional y al Ministerio de Educación.

 

Mario SABBATELLA

 

 

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