Casa Sorbellini, 70 años de historia y compromiso con Río Colorado
Un 1º de agosto de 1955, don Luis Sorbellini abría por primera vez las puertas de su negocio en plena Avenida San Martín. Siete décadas después, su hija Graciela continúa al frente de una de las casas comerciales más emblemáticas de Río Colorado, adaptándose a los tiempos pero sin perder la esencia familiar con la que todo comenzó.

Corría 1955 cuando un vecino con mirada emprendedora decidió poner en marcha un comercio que, sin saberlo, sería parte del pulso cotidiano de varias generaciones. Casa Sorbellini nació como un pequeño local en el corazón de Río Colorado, en la tradicional Avenida San Martín, con una propuesta que buscaba cubrir necesidades concretas de la comunidad: artículos de pesca, herramientas, camping, regalería, armería y mucho más.
Lo cierto es que, desde aquel día, el local no dejó de evolucionar. No sólo amplió su variedad de rubros, sino que se convirtió en un punto de referencia para vecinos y vecinas que buscaban buen trato, conocimiento del producto y un compromiso real con el cliente. Una fórmula simple, pero cada vez más difícil de encontrar.
Hoy, al frente de Casa Sorbellini está Graciela, quien tomó la posta con la misma dedicación con la que su padre había sembrado los primeros años del comercio. “Es una responsabilidad y un orgullo. Esto no es solo un negocio, es parte de nuestra familia”, suele decir cuando algún cliente le recuerda anécdotas de los años ’70 o ’80, cuando las compras se hacían a libreta y con mate de por medio.
La atención personalizada, ese detalle que distingue a los negocios de toda la vida, sigue siendo el sello distintivo. Y si bien el mundo cambió —los métodos de pago, las marcas, las costumbres— en Casa Sorbellini todavía se conserva ese espíritu cálido que invita a quedarse un rato más.
Cumplir 70 años no es un dato menor. Implica haber atravesado crisis económicas, cambios de gobierno, transformaciones culturales y tecnológicas, y aún así mantenerse vigente. Eso habla no solo de capacidad de adaptación, sino de confianza ganada.
¿El secreto? Probablemente esté en la constancia silenciosa, en el trato cara a cara, en conocer a cada cliente por su nombre. No hay fórmula mágica, pero sí una convicción: seguir apostando por Río Colorado, su gente y sus necesidades.
Para muchos vecinos, Casa Sorbellini no es simplemente un negocio. Es el lugar donde compraron su primera caña de pescar, donde eligieron una herramienta para emprender una obra, o donde encontraron el regalo perfecto a último momento. Es parte del paisaje urbano, pero también del emocional.
En tiempos donde todo parece fugaz y descartable, celebrar 70 años de trabajo sostenido es, sin dudas, motivo de reconocimiento. Y también una invitación a mirar con otros ojos a los comercios locales, esos que forman parte de nuestra historia diaria.
¿Qué significa que un comercio cumpla 70 años en una ciudad como Río Colorado? Tal vez, que aún existen proyectos que se piensan a largo plazo. Que hay quienes eligen quedarse, crecer y construir desde lo cotidiano. Casa Sorbellini es uno de esos ejemplos.