Agosto llegó con aumentos en luz y gas
El mes comenzó con una nueva ola de subas en servicios públicos. Las tarifas de electricidad y gas se ajustaron desde este viernes, impactando directamente en los bolsillos y sumando presión sobre ingresos que siguen perdiendo frente a la inflación.

Desde el 1° de agosto, las tarifas de luz y gas volvieron a subir en todo el país. El aumento se hizo oficial a través de resoluciones publicadas en el Boletín Oficial, en un contexto de emergencia energética y con una economía aún frágil. Aunque los porcentajes parecen moderados —entre el 2% y el 2,1% según la empresa distribuidora— el efecto acumulado comienza a sentirse con fuerza entre los usuarios residenciales, comercios, clubes de barrio y otras entidades.
Además, se actualizó el recargo destinado al Fondo Fiduciario para zonas frías, que pasó del 6,4% al 6,6% sobre el precio del gas, afectando a todos los usuarios del país, incluso a quienes no reciben el beneficio del subsidio.
Luz: subas avaladas por el ENRE
El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) habilitó los nuevos cuadros tarifarios mediante las resoluciones 568 y 569/2025. Las empresas EDENOR y EDESUR deberán aplicar desde este mes aumentos del 2,1% y 2%, respectivamente. Las cifras se definieron aplicando una fórmula que considera la inflación mensual (IPIM e IPC) y un coeficiente de ajuste que había sido aprobado previamente.
Esta medida impacta a usuarios de todos los niveles —del 1 al 3— y contempla diferencias según el tipo de acceso a gas natural en zonas frías, así como valores diferenciados para entidades de bien público, clubes barriales y usuarios generadores de energía.
El ENRE justificó el ajuste como parte de un proceso de “corrección de precios relativos” impulsado por el Ministerio de Economía y la Secretaría de Energía, con la intención de sostener el valor real de las tarifas durante el período tarifario quinquenal.
Gas: subas y recargos en todo el país
Por su parte, el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) también oficializó aumentos para este mes. Las resoluciones 541 y 545/2025 fijan los nuevos valores que deberán aplicar las distribuidoras METROGAS y Naturgy Ban en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense. A su vez, se actualizó la tarifa para el resto del país.
Las nuevas cifras incorporan el precio actualizado del gas natural en boca de pozo y reflejan bonificaciones vigentes para usuarios de ingresos bajos y medios. Además, se sumó el ajuste del gas propano indiluido en las localidades que dependen de ese sistema.
Uno de los puntos más sensibles es el recargo del 6,6% que se aplica a todas las facturas de gas residencial. Esta alícuota, determinada por la Resolución 560/2025, busca sostener el régimen de zona fría, pero genera críticas por recaer incluso sobre usuarios no beneficiados. El valor del recargo varía según la ruta de transporte utilizada por cada empresa, lo que genera diferencias regionales.
Un bolsillo cada vez más ajustado
Aunque el Gobierno busca moderar la inflación, lo cierto es que los ingresos siguen corriendo desde atrás. Según datos oficiales, se espera que el índice de precios de julio se ubique por debajo del 2%, pero la suma de aumentos en transporte, prepagas, alquileres, expensas y ahora también en los servicios públicos, hace difícil hablar de alivio real.
El problema, para muchos, no es el porcentaje aislado, sino la acumulación. Como si fuera poco, en agosto también se esperan nuevas actualizaciones salariales y tarifarias que podrían alimentar un nuevo rebrote inflacionario, justo cuando el consumo interno muestra signos de enfriamiento.
¿Hasta cuándo se podrá sostener este esquema?
La política de “corrección de precios relativos” impulsada por el Ejecutivo parte de una premisa clara: eliminar subsidios y transparentar costos. Sin embargo, este camino no está exento de riesgos. ¿Cuánto más puede soportar la clase media? ¿Qué pasará si los ingresos no se actualizan al mismo ritmo?
Según algunos economistas, el esquema actual podría derivar en una tensión social creciente si no va acompañado por una recomposición real del poder adquisitivo. Otros, en cambio, sostienen que es un paso necesario para ordenar una economía con serios desequilibrios estructurales.
Un nuevo mes, las mismas preguntas
Con cada inicio de mes, millones de argentinos revisan sus facturas con incertidumbre. La luz, el gas, el alquiler, el transporte… todo sube. La pregunta que sobrevuela es simple, pero inquietante: ¿cuándo va a alcanzar?
Mientras tanto, el ajuste sigue su marcha. Y el bolsillo, cada vez más flaco, parece no tener tregua.