El proyecto escolar de un joven salteño sigue sorprendiendo en las redes sociales. Santiago Herrera es el protagonista del video que recibe miles de reacciones por su moto que funciona con agua y sal. Pasó algún tiempo desde ese entonces, pero asegura que su invento podría tener mejoras y hacerlo adaptable al uso diario.
En conversación con Radio Seis, Santiago recordó que se trató de una idea “con un poco de presión” por el escaso tiempo con el que contaba para la feria de ciencias, más aun siendo el presidente del Club de Ciencias de la Escuela Agrícola Martín Miguel de Güemes en Salta.
“Era para traer gente, tenía que hacer algo innovador ya que la escuela agrícola se destaca muchísimo con el apoyo que dan los profesores a lo largo de los proyectos”, recordó acerca de una experiencia que comenzó en su clase de Química cuando su profesor le enseño las ventajas de la electrólisis: “me quedé asombrado, copadísimo mal”.
Pero lo aprendido no quedó dentro del aula sino que continuó investigando por su cuenta hasta que se encontró con los motores que funcionaban a hidrógeno. El plan continuó con la búsqueda de un sistema electrónico de bajo voltaje para instalar en una moto de 110cc y lo terminó logrando con un elevador de tensión, una resistencia hecha con caños de cortina y un frasco de vidrio cerrado herméticamente y conectado al carburador.
“Lo subí hace poco a TikTok porque mucha gente vio la nota”, dijo acerca de las búsquedas en internet que lo volvieron a poner en escena y aprovecha para dejar un mensaje: “necesitamos en el mundo gente que innove y que la gente apoye”. Es que Santiago insiste en que detrás de un proyecto que se hace viral se pueden encontrar otros más detrás de ese.
Tampoco deja de lado el acompañamiento de los profesores de la escuela agrotécnica, lugar desde el que elaboró un proyecto con gusanos de seda y con el que viajó a México para presentarlo. “La idea era implementarlo como otra producción más ya que en 2019 el kilo de seda estaba entre 100 y 200 dólares”, explicó sobre una actividad que, aseguró, también resulta terapéutica para las personas con alguna discapacidad.
Acerca de la experiencia que lo hizo viral en las redes, explicó que la moto podría ser producida para llegar a las calles pero con un cambio: la incorporación de un equipo similar al de GNC para que no sea peligroso porque, aseguró, “el hidrógeno es muy difícil de controlar”.
Pero Santiago confía en las nuevas energías y destaca que el hidrógeno verde también puede funcionar como gas natural o transformarlo para otros usos cotidianos. Al respecto opinó que el proceso que inició Río Negro en la temática es “excelente y buenísimo para la Argentina”.
Pero el afán de emprender que tiene Santiago finalmente irá por otro camino. Es que finalmente se decidió por la veterinaria como carrera y profesión debido a su amor por los animales y las plantas. “Desde chico fui bichero, siempre se lastimaba un animal me lo traían a mí”, comenta el joven cuyo proyecto escolar despertó la curiosidad de miles de personas.
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