Según la UCA, la pobreza subió al 33%
Al comparar indicadores desde el 2010 hasta el tercer trimestre de 2016, el informe señala que las tasas de pobreza e indigencia «retomaron los niveles de 2009» pero «muy lejos de crisis sociales atravesadas históricamente por el país» como la del 1988-1990 o 2001-2002.
En tanto, aclara que los niveles actuales de pobreza «se asemejan a escenarios como los de 1983, 1987, 1994 o 2009», y señala que «la actual coyuntura parece remitir a procesos recesivos generadas por efectos de crisis financieras como la del ‘Tequila’ o dinámicas inflacionarias post-devaluación como en los ’80 o en 2014».
En tanto, el Barómetro destaca que «si bien en el segundo semestre se registró una baja notoria en el ritmo inflacionario y, al final del mismo, habría tenido lugar una efectiva recuperación del empleo, hacia el tercer trimestre del año no se evidenciaban cambios significativos en el nivel de actividad ni en la demanda laboral».
Remarca además que esta situación «fue amortiguada, tanto en el segundo como en el tercer trimestre, por actualizaciones establecidas por ley en los montos jubilatorios, pensiones y programas sociales, entre otras medidas compensatorias».
A modo de conclusión, la UCA indica que durante el período del Bicentenario «los indicadores laborales muestran la persistencia de la pobreza y desigualdades estructurales» y que «todavía estamos lejos de garantizar los derechos mínimos de inclusión social para una parte importante de la sociedad».
«La evolución de distintos indicadores de las condiciones materiales no ha sido equitativa al interior de la estructura social. Los más perjudicados en lo que respecta a las capacidades de subsistencia fueron los hogares de estratos muy bajos y de espacios segregados«, concluye.