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La industria cayó casi 6% en julio en la comparación interanual

La actividad industrial en Argentina registró una caída interanual del 5,2% en julio, acumulando un retroceso del 10,9% en lo que va del año. Descubrí cómo afectó a distintos sectores y cuáles son las proyecciones para los próximos meses.

La actividad industrial mostró en julio una contracción interanual del 5,2%, acumulando una caída del 10,9% en lo que va del año, según el Índice de Producción Industrial (IPI) de FIEL. Aunque el ritmo de la disminución se redujo respecto a meses anteriores, la industria sigue enfrentando desafíos significativos.

En el sector de alimentos y bebidas, julio registró un leve incremento en comparación con el mismo mes del año anterior, impulsado por un aumento en la producción de alimentos que compensó la baja en bebidas. FIEL destacó el aporte positivo de la producción de aceites y la menor contracción en la faena vacuna y la lechería.

Entre los sectores con una menor caída en julio, se destaca la metalmecánica, que mostró mejoras en la producción de autopartes, cables y maquinaria agrícola. Esta última registró su primera mejora interanual desde noviembre del año pasado, con un mejor desempeño en proveedores de energía y minería.

La industria automotriz también desaceleró su contracción, alcanzando en julio su mayor nivel de producción desde noviembre pasado. Por otro lado, la rama de minerales no metálicos evidenció una reducción en su ritmo de caída, con productos que incluso mostraron incrementos en comparación con julio del año anterior.

Las ventas de insumos de la construcción continuaron con su mejora mensual, lo que también ayudó a reducir la caída interanual acumulada en el sector. A lo largo de los primeros siete meses del año, la actividad industrial se contrajo un 10,9% en comparación con el mismo período del año pasado.

FIEL detalló que los minerales no metálicos son el sector con el mayor retroceso acumulado, con una contracción del 28,3%, seguido por la industria automotriz con una caída del 24,4%. Otros sectores afectados incluyen las industrias metálicas básicas (-19,5%), la metalmecánica (-15,1%), los despachos de cigarrillos (-13,8%) y la producción de químicos y plásticos (-12,1%).

En contraste, el sector de alimentos y bebidas tuvo una caída menor, del 3,6%, seguido por la producción de papel y celulosa (-2,1%) y el procesamiento de petróleo (-1,5%). La industria textil prácticamente igualó su nivel de producción respecto a los primeros siete meses del año pasado.

En términos generales, todas las ramas industriales contribuyeron a la contracción total de la industria, con la metalmecánica aportando un 22% del total. Los bienes de capital experimentaron la mayor caída acumulada en el período enero-julio, con una producción un 18,9% inferior al mismo período del año pasado. Le siguieron los bienes de consumo durable, con una contracción del 18,5%.

Los bienes de uso intermedio mostraron una caída acumulada del 10,4%, mientras que los bienes de consumo no durable registraron una merma del 5%. El sector de bienes de uso intermedio representó más del 40% de la contracción total de la industria en los primeros siete meses del año.

FIEL señaló que, aunque julio 2023 ofreció un efecto de base de comparación favorable, el nivel de producción alcanzado en agosto presenta un desafío para la actividad industrial, especialmente ante conflictos gremiales que podrían interrumpir la recuperación observada en julio.

En términos desestacionalizados, la producción industrial de julio avanzó un 0,6% en comparación con el mes anterior, acumulando tres meses consecutivos de mejora. Sin embargo, la producción ajustada por estacionalidad en julio fue un 14,9% inferior a la de abril 2022, cuando comenzó la actual fase recesiva de la industria.

En comparación con las diez recesiones industriales desde 1980, esta se cuenta entre las más prolongadas y menos profundas. FIEL destacó que, aunque se observó una desaceleración en la caída de la actividad, aún es incierto si esta tendencia se mantendrá en los próximos meses.

En resumen, la actividad industrial en julio mostró una nueva caída interanual, aunque de menor profundidad respecto a meses anteriores. Si bien algunos sectores, como alimentos y bebidas, mostraron mejoras, la producción industrial en términos desestacionalizados sugiere un freno en la caída de la actividad, sin garantizar una recuperación sostenida en el corto plazo.

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