Argentina fue el segundo exportador de miel a nivel mundial en el mes de agosto con un récord de producción y un precio por kilo que alcanzó los 300 pesos pagados al productor.

El dato se desprende del Semáforo de las Economías Regionales, un informe realizado por la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Ltda. (CONINAGRO) en el que se analizan 19 economías regionales de todo el país.

“La mejora vino empujada por el aumento de los precios desde Estados Unidos, uno de nuestros tres mercados de exportación junto a Europa y Japón. Eso facilitó a los apicultores poder renovar colmenas, sumar equipamiento, maquinaria, material apícola, reinas. Los proveedores no dan abasto con las entregas”, destacó en diálogo con ANSOL, Gastón Mostaccio, presidente de Cooperativa Apícola Namuncurá, entidad ubicada en Pedro Luro, Provincia de Buenos Aires y asociada a la Federación de Cooperativas Federadas (FECOFE).

Mucha miel

Si bien Mostaccio destacó que EE.UU está realizando un proceso de dumping, el precio de la miel rozó los 300 pesos, y se estabilizó cerca de los 270, aunque había partido en 150 ó 155 en julio de 2020: “Hay un problema que tiene que ver con la concentración de la comercialización en grandes exportadores. Nosotros nos juntamos con otras Cooperativas en un consorcio de exportación para lograr obtener un precio mayor para el apicultor dado que producen con buenas practicas apicolas, pero se hace difícil mantener la oferta exportable. El mercado europeo es mas exigente en términos de calidad y es por eso tratamos de comercializar a ese mercado pero esta temporada no acompaño los precios de EE.UU., explicó Mostaccio.

En relación al consumo en el mercado interno, si bien no hay datos certeros, el presidente de Namuncurá expresó que “se calcula que se consume el 5 por ciento de lo producido, sin embargo faltan datos porque se consume una cantidad importante de miel fraccionada en forma directa e informal por parte de la mayoría de los apicultores.

Además, Mostaccio planteó que el objetivo debería ser “recuperar los 45.000 apicultores que tuvo la Argentina, aunque es cierto que hay un problema con los espacios disponibles para el desarrollo de la producción”. Desde CONINAGRO, destacaron que hoy el sector promueve cerca de 100.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos.