CulturaEspectáculosSociedad

‘Yo nena, yo princesa’, la película que muestra la lucha y el debate sobre las infancias trans

Con el estreno en cines del film nacional ‘Yo nena, yo princesa’ se abrió el debate en las familias y en las instituciones sobre las infancias y adolescencias trans y travestis.

La película ‘Yo nena, yo princesa’ muestra cómo Manuel comienza a definir su verdadera identidad, fuera del género de nacimiento, para llamarse Luana y obtener así su DNI, el primero en el mundo otorgado con su identidad de género, a un infante trans, gracias a la Ley de Identidad de Género, sancionada en 2012.

En la videollamada con El Café Diario, el director y guionista del film Federico Palazzo habló sobre el desafío y la transformación personal que fue contar la historia de Luana, quien transitó un arduo camino para modificar la percepción que tenían, no sólo su familia, sino la escuela y el Estado. Porque esa fue la misión de Luana, revolucionar y hacer visible la realidad de muchos menores y adolescentes que no pueden ser libres.

Luana, la heroína del cuento

Basada en el libro ‘Yo Nena, Yo Princesa: Luana la niña que eligió su propio nombre’, de Gabriela Mansilla –mamá de la propia Luana–, este film es un aporte necesario y esperado, que además sirve de acompañamiento para las familias con hijos trans.

Su papel lo interpreta Eleonora Wexler, cuyo personaje lucha por los derechos de su hije para ser reconocida como nena. La acompañan Juan Palomino como el padre que no logra comprender por qué uno de sus hijos no quiere ser varón, Lidia Catalano, Fabián Vena, Paula Morales, Valentina Bassi, Paola Barrientos, Mariano Bertolini.

Los menores que interpretan a los mellizos son Valentino Vena (hijo de Fabián Vena y Paula Morales)e Isabella G.C. (la primera niña trans, que actúa en un film).

La película fue declarada de Interés cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación y de Interés educativo por el Ministerio de Educación de la Nación.

Familias unidas por el amor

Para conocer más sobre las problemáticas y realidades tratadas en ‘Yo nena, yo princesa’, El Café Diario también dialogó con Florencia (quien pidió ser nombrada solo con su nombre de pila), integrante del equipo de la Asociación Civil Infancias Libres (A.C.I.L), cuya presidenta es Gabriela Mansilla, la autora del libro homónimo al film y mamá de Luana.

¿Cómo surgió ACIL?

Empezó con Gabriela y Luana reclamando el derecho al DNI en 2013. Siguió con esto haciéndose público en los medios de comunicación y posteriormente con la salida del libro ‘Yo nena, yo princesa’ como herramienta para contar lo que estaba pasando y que quede plasmado en papel para que nadie olvide lo que había sucedido. Esos fueron los pasos iniciales de esta agrupación.

Muchas personas se sintieron identificadas.

Exacto, muchas familias nos vimos identificadas con eso. Leyendo el libro leíamos nuestras propias historias. Todos habíamos transitado situaciones similares a las de ellas en el ámbito de la salud, de la educación y en el ámbito familiar. No encontrábamos respuestas, solo rechazo o actitudes violentas. Es por eso que acudimos a Gabriela para que nos diera las herramientas que necesitábamos.

¿Qué actividades y funciones se desempeñan allí?

En 2017 ella decidió crear este espacio con un fin militante político, de organización, de encuentro revolucionario porque propone por primera vez en la historia trabajar las niñeces travestis y trans. El orgullo por su identidad, que no hay ningún cuerpo equivocado y también trabajar eso con las familias.

Era un espacio que faltaba.

La demanda fue tan grande que Gabriela sintió que lo correcto era crear un espacio que comenzara a dar respuestas y exigirle al Estado lo que no estaba haciendo. Si bien la Ley 26.743 de Identidad de Género implicaba grandes avances, con la ley no alcanzaba. Faltaban políticas públicas y, sobre todo, en las infancias. Entonces desde ACIL se tiene ese propósito, crear esa propuesta para exigirle al Estado y a la sociedad que trabaje con esas herramientas.

En cuanto a números ¿cuántos niñes trans hay en Argentina?

El primer informe estadístico que se pudo realizar en Argentina con respecto a esto está generado en el espacio de Infancias Libres, un estudio sobre la situación real y actual de niñes y adolescencia trans en el país. El primero de 2019 y la segunda actualización de 2021, basado en 200 experiencias que transitaron dentro de nuestro espacio. Pasaron más de 500 familias de niñeces y adolescencias trans, travestis y no binaries. Además, este año el Estado publicó un informe sobre la cantidad de DNI realizados y dan cuenta de 1400 documentos luego del de Luana y hasta la actualidad.

Pero no todes tienen su DNI…

Exacto, no todas las niñeces y adolescencias tienen DNI. Nosotras hicimos este trabajo estadístico, pero no hay un censo real con el que podamos contar en Argentina. Y a eso hay que agregarle cuántas niñeces y adolescencias trans y no binaries pueden expresar en sus casas, en las escuelas, en los espacios de salud quiénes son. Porque también hay un enorme rechazo de la sociedad adulta a estas temáticas.

¿Tienen algún programa de escolarización?

El espacio de Infancias Libres da respuestas a la falta de información, de herramientas, de políticas públicas que se necesitan para que todos los espacios puedan abordar esta temática, tanto en la educación como en la salud y en las familias. Nos sentamos a ver de qué manera trabajar las niñeces en los espacios educativos.

¿Qué hicieron?

Creamos guías, láminas con corporalidades de infancias travestis y trans, que necesitamos que se muestren en las aulas. En 2020 participamos en una guía de abordaje para la salud en el Ministerio de Salud de la Nación. ACIL no sólo acompaña al infante o al adolescente y a sus familias sino a dar una respuesta política al sistema. Observar en dónde no están trabajando como corresponde y dar una respuesta concreta. Los datos estadísticos son una herramienta fundamental para trabajar en estos espacios.

¿Acompañan con terapias para los chicos y sus familias?

Si bien hoy se está hablando de la temática, en algunos espacios se tiene una mirada de patologización hacia las identidades, sobre todo en niñeces y adolescencias. La realidad es que muchas adolescencias que se acercan con sus familias, ya se encuentran medicados por sus psiquiatras por depresión, ansiedad, angustia, fobia social, sólo por el hecho de ser travestis y trans. La situación en el sistema de salud es alarmante. Y en el ámbito de la educación, las escuelas son un ámbito hostil para ellos.

La niñez trans, del libro a la pantalla grande

¿Cómo vivieron las grabaciones del film?

Acompañamos mucho todo el tránsito de filmación de la película desde la organización y con un acompañamiento integral a todas las personas involucradas. Esperamos que esta película llegue muchísimo más lejos de lo que llegó el libro, que es imprescindible para las familias.

La situación en el sistema de salud es alarmante. Y en el ámbito de la educación, las escuelas son un ámbito hostil para ellos.

Florencia, de ACIL
Es un gran paso adelante.

Ver reflejada ahí la experiencia que estábamos transitando las familias del espacio de Infancias Libres, para un 93% de las familias fue fundamental. Ver la historia de Luana para entender lo que le estaba pasando a su niñez, es decir, la importancia que tiene su historia para la infancia trans es enorme. Es la referente de las infancias y adolescencias trans porque es quien revoluciona ese mundo.

¿Qué esperan que pase con el público?

Si bien siempre existieron, nunca sucedió que una madre acompañe, abrace y se haga cargo responsablemente de su derecho a ser una infancia travesti y trans. Lo que esperamos es que la película llegue a muchos espacios más, a las casas y que muchas familias se sientan identificadas con la película, para que puedan entender qué le está pasando a su hijo o hija. Que llegue a las escuelas y que allí puedan trabajar la temática en las aulas.Es muy revolucionario para el mundo que la infancia sea también travesti y trans.

Fuente
elcafediario
Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba