Una nena de cuatro años demostró tener un coeficiente similar al de Albert Einstein

La nena con raíces en Hoshiarpur, Punjab, de la India, es una de las más precoces en integrar la comunidad de aproximadamente 2.000 miembros jóvenes y adolescentes de British Mensa. Pero, además, se situó en la franja compuesta por el uno por ciento superior de la población del Reino Unido, clasificada dentro de la categoría de los «muy dotados o muy avanzados».

La niña ya había sorprendido a sus padres cuando apenas cumplidos los 14 meses dominaba el alfabeto inglés y a los dos años había demostrado habilidades con las matemáticas y alfabetización, además de poder nombrar a todos los planetas del sistema solar, según consigna el diario inglés Mirror.

El director ejecutivo de la organización británica, John Stevenage, ofreció a la familia «hacer uso de la red de padres de apoyo que se ha desarrollado y esperamos que, a medida que crezca, Dayaal haga muchos amigos para toda la vida y experimente algunas de las muchas oportunidades de aprendizaje y redes que ofrece Mensa», según publicó India Today.

El reconocimiento llegó una vez que los expertos locales autorizaron el acceso de la niña al programa de inteligencia para superdotados dentro del sistema educativo.
Su padre, un maestro de Salud, Bienestar y Pastoral, se ocupó de presentar la documentación que la acreditaba como de un nivel muy superior a su edad y acreditar que se trataba de un caso en un millón.

Las dotes demostradas en la evaluación contaron no sólo con la aprobación de los examinadores, sino que fueron recomendadas por la experta Lyn Kendall para incluir a la niña en cursos más avanzados que los de su edad. En su informe, la asesora escribió: «Dayaal es una niña excepcionalmente capaz cuya inteligencia cae en el percentil 99,9 para su edad».

Añadió: «Rara vez recomendaría sacar a un niño de su grupo del curso. Sin embargo, dada la habilidad y madurez de Dayaal, en este caso, podría ser algo que valga la pena considerar», dijo.

Asimismo, sus padres terminaron aceptando el consejo de Kendall de que el aprendizaje no se centrase sólo en las matemáticas y el inglés, sino que profundizara en geografía, la naturaleza, la historia, la ciencia, el medio ambiente y la cultura, los que apenas se tocan en las escuelas, especialmente en el nivel correspondiente a su edad.

Ser admitida en la famosa sociedad de talentos excepcionales le valió, asimismo, el ofrecimiento de una beca con tarifa reducida en una escuela privada, en Edgbaston, pero ni aún así el padre estuvo en condiciones de aprovecharla.