El sueño de más de 20 años parece estar ahora más cerca. La esperada obra de la Ruta 5 a Playas Doradas, que unirá Sierra Grande con el balneario, se acaricia como una posibilidad más concreta para el próximo verano.

Desde el 18 de octubre la empresa que realiza el asfalto empezó con las tareas de tirar un riego asfáltico y luego el asfalto propiamente dicho sobre el terreno preparado en estos meses.

La obra avanza en promedio un kilómetro de asfalto por mano por día, “cada dos días se hace un kilómetro entero en las dos manos”, explicó el secretario de obras de municipio Miguel Mesa.

Las bellas y extensas playas siempre estuvieron, la naturaleza privilegió al este rionegrino con este recurso natural.

Recién a fines de los años 70 e inicios de los 80 esas playas empezaron a ser aprovechadas por recreacionistas de Sierra Grande. Especialmente buzos de la escuela Los Escualos, que la descubrieron y optaban cambiar la ciudad de Bahía Blanca por el desierto patagónico.

Algunas pocas familias como los Torres y los Siguero empezaban a poblar el lugar, sumándose a los Taborda, que tenían campos en la zona.

En esa época era El Salado, un balneario donde casi no había nada.

Más tarde mutó el nombre por uno más comercial y pasó a ser Playas Doradas.

En los 90, luego del cierre de Hipasam, que sostenía económicamente al pueblo cabecera, este recurso natural empezó a ser más valorado y se lo promocionó invitando a los turistas, pero aún no había nada de infraestructura. Lentamente llegó la energía y en el 2000 el agua.

Ahora se construye el gasoducto y siempre se esperó por el acceso y la soñada ruta, muchas veces mencionada en campañas electorales, pero que siempre quedó en promesas.

Desde que la pavimentación se licitó en el 2012, hay problemas con los retrasos en los pagos y se dieron fundamentalmente por los incumplimientos del Estado.

La UTE (Unión Transitoria de Empresas), que conforman las empresas Ingeniería y Arquitectura y Oriente Construcciones, es la encargada de llevar adelante los trabajos.

Los incumplimientos impidieron que la firma pueda hacer frente a sus obligaciones con los trabajadores, proveedores, y así llegaron los atrasos. Los paulatinos depósitos nacionales sirvieron para pagar certificaciones de obra atrasadas.

En junio el intendente Iribarren estuvo en Buenos Aires y entonces el gobierno nacional le garantizó los recursos para la finalización de la Ruta 5.

En esa oportunidad funcionarios de Vialidad Nacional le expresaron que la obra debe estar finalizada para el 30 de noviembre, semanas antes de la apertura de temporada de verano, pero luego hubo varios parates en las obras que atrasaron las tareas y difícilmente se llegue a esa fecha.

Esta noticia lógicamente genera fuertes expectativas en Sierra Grande y especialmente en Playas Doradas, donde los vecinos esperan desde hace varios años. Entienden que finalmente vendrá el desarrollo turístico para el lugar y no estarán tan aislados.

La empresa realizó obras preparatorias del tramo de ruta que falta asfaltar y por estas horas trabaja en lo que será el acceso al balneario.

Por ahora la empresa ha realizado 10 kilómetros de asfalto que se suman a los 8 que ya había desde años atrás.

En total hay asfaltados 18, restan 10 aún que deberán estar a fines de noviembre.

Los 10 km que faltan parecen interminables porque muy pocas veces tiene mantenimiento adecuado. Ese mantenimiento debe correr por cuenta de Vialidad Provincial. No es el adecuado, como tampoco lo fue el tiempo de espera para esta obra que nunca avanzó.