Ciencia

Parker Solar Probe la misión al Sol que estudiará su atmósfera

En los próximos 7 años, la sonda dará 24 vueltas al Sol y quedará a sólo 6,2 millones de kilómetros de su superficie.

Aunque Sol es la única estrella que podemos estudiar de cerca, se tiene poca información sobre la atmósfera de esta fuente de luz y calor que irradia la Tierra. Con el objetivo de estudiar el origen del viento solar y la extrema temperatura de su corona, este sábado se lanzará la misión Parker Solar Probe (PSP) desde Cabo Cañaveral, Florida. La sonda diseñada por la Universidad Johns Hopkins intentará llegar a unos 6 millones de kilómetros del Sol y se alejará hasta 150 millones de kilómetros de la Tierra. Un reto que ninguna nave había logrado. Lo más cerca que estuvo la humanidad del astro fue en 1976, cuando la sonda espacial Helios 2 rozó los 43 millones de kilómetros.

La misión describirá 24 órbitas próximas al Sol durante los próximos siete años, y llegará a estar a tan sólo 6,2 millones de kilómetros de la superficie solar. Esto es siete veces más cerca que la Helios 2 y unas 16 veces la distancia media entre la Tierra y la Luna. Además, a diferencia de otras misiones de exploración, la PSP es una nave sin ojos. Sus cuatro instrumentos científicos principales (FIELDS, WISPR, SWEAP e ISOIS) no observarán el Sol, sino que se limitarán a medir el flujo de partículas y energía de su entorno.

Sin ojos. la PSP es una nave sin ojos. Sus cuatro instrumentos científicos principales no observarán el Sol, sino que se limitarán a medir el flujo de partículas y energía de su entorno. AFP

«Esta es una misión histórica que revolucionará nuestra comprensión del Sol, donde las condiciones cambiantes se pueden propagar en el sistema solar afectando a la Tierra y otros mundos. Parker Solar Probe estará expuesta al Sol, afrontando unas temperaturas y una radiación exageradas”, notificaron de la NASA.

La sonda deberá soportar temperaturas de 1.400 grados y niveles de radiación 475 veces por encima de los que se experimentan en la Tierra. Si hubiera un tripulante a bordo, podría contemplar un disco solar 23 veces más ancho que el que se observa desde nuestro planeta.

Respuestas. La sonda intentará averiguar por qué la temperatura de la corona es 300 veces mayor a la de la superficie del Sol. AP

Una de las incógnitas que intentará despejar esta misión es por qué la temperatura de la corona es 300 veces mayor a la de la superficie del Sol. Un misterio que desafía las leyes de la física.

Además, estudiará los campos magnéticos, el plasma, las partículas energéticas y el viento solar. La combinación de mediciones más el registro visual de las imágenes aportará información crucial sobre la corona y el origen y la evolución del viento solar.

Los científicos llevan buscando respuestas a estas cuestiones desde hace más de 60 años, pero hasta ahora los avances en ingeniería térmica no habían permitido enviar una sonda para soportar temperaturas de 1.377 ºC.

Para no reblandecer como las alas de Ícaro su estructura está recubierta por una coraza térmica similar a las placas usadas en transbordadores espaciales, pero con una capa extra de fibra de carbono de 11,4 centímetros de espesor, más un revestimiento de pintura cerámica blanca.

El calor extremo generado por el sol podrá ser disipado gracias a ese singular escudo que protegerá los instrumentos para que puedan operar con normalidad y completar los experimentos. Si los cálculos de laboratorio son correctos, con estas protecciones, el interior debería quedarse en torno a los 30 grados.

Esta misión es parte del programa Living With a Star de la NASA destinado a explorar el sistema Sol-Tierra bajo la dirección del Goddard Space Flight Center. El nombre, es un homenaje a Eugene Newman Parker, un científico de la NASA que en los cincuenta sugirió un concepto que por entonces resultaba disparatado: el del viento solar.

 

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