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La ola amarilla cubrió la Argentina

El Gobierno celebró un triunfo que le permite ampliar su representación en el Congreso aunque sin conseguir mayoría propia en ninguna de las dos cámaras.

El gobierno de Cambiemos redondeó ayer un gran triunfo electoral nacional que incluyó a los cinco principales distritos del país. En el más resonante, en la provincia de Buenos Aires, el candidato a senador Esteban Bullrich superó con el 41,3 por ciento de los votos contra el 37,2 por ciento de la candidata de Unidad Ciudadana Cristina Kirchner. “Es un día muy importante, hoy confirmamos nuestro compromiso por el cambio”, sostuvo Mauricio Macri en el tradicional escenario festivo de Costa Salguero. El primer abrazo que dio en medio de los globos y los papelitos fue con la gobernadora María Eugenia Vidal.

“Este es sólo el principio, recién estamos empezando a transformar la Argentina”, anunció Macri en tono reeleccionista. Su discurso sonó parecido al que pronunció en agosto después de las primarias y al de todos los suyos en general. “Somos la generación que está haciendo el cambio”, repitió. La frase fue latiguillo ayer en el desfile por el escenario, la dijeron todos. El triunfo dará aire al Gobierno para encarar las “reformas” que anticipó para después de las elecciones.

Pese a la derrota, la primera de su extensa trayectoria política, Cristina Kirchner será senadora y se consolidó como la dirigente opositora con más votos, mientras que algunos gobernadores justicialistas que se proponían como opción para liderar la renovación del PJ tuvieron una jornada negra. La ex presidenta celebró el crecimiento de la fuerza respecto a las primarias, algo que no pudieron conseguir otros opositores como Sergio Massa y Florencio Randazzo que perdieron miles de votos en el camino. “Unidad Ciudadana ha venido para quedarse. Será la base de la oposición efectiva a este gobierno”, anunció.

En las elecciones de ayer se elegían 127 diputados y 24 senadores. Participó el 78 por ciento del padrón, un poco más que en las PASO. En la Cámara baja, Cambiemos sumará con la elección de ayer unos 24 diputados –la mitad sólo de la provincia de Buenos Aires– y se consolida como la primera minoría, aunque aún lejos de contar con una mayoría propia. Un panorama similar se da en el Senado. Cambiemos también mejoraba su representación dado que renovaba tres y obtuvo 12 bancas aunque seguirá a distancia de los 37 necesarios para obtener quórum propio.

En el total del país, Cambiemos y aliados superaron en 5 puntos lo que cosecharon en las primarias. Pese a todo lo que las criticaron, tanto en 2015 como en esta ocasión, las PASO resultaron de enorme beneficio para Cambiemos porque el “efecto ballottage” que generan hasta ahora jugó a su favor. En algunas provincias consiguió dar vuelta la derrota de las primarias –Buenos Aires, Santa Fe, Salta, Chaco, La Rioja– aunque también había algunas en las que ocurrió lo contrario. En San Luis, por ejemplo los Rodríguez Saá revirtieron de manera sorprendente la amplia derrota sufrida en las primarias y confirmaban su histórica supremacía. Lo mismo en La Pampa, donde la lista apadrinada por el gobernador Carlos Verna se imponía anoche por unos 500 votos.

 

Fue una mala jornada para los gobernadores que se ofrecen para encabezar la “renovación” del peronismo para 2019 con las victorias de Cambiemos en provincias como Salta, Córdoba, Chaco y Entre Ríos. El caso de Salta fue especial porque el gobernador Juan Manuel Urtubey pensaba lanzar hoy mismo su campaña para la presidencia. A las 19, cuando todavía faltaba bastante para la carga de los primeros datos oficiales, Urtubey salió a reconocer su derrota en la provincia e incluso felicitó a Macri, con quien se lleva de maravillas aunque eso parece no reportarle votos.

Córdoba se consolidó como uno de los distritos favoritos de Macri. Héctor “Coneja” Baldassi ganó la elección con el 48,4 por ciento contra el 30,5 por ciento del delasotismo. El kirchnerismo conseguía una banca gracias al 9,7 por ciento del candidato Pablo Carro.

En Chaco, el peronismo fue dividido, obtuvo menos que en las primarias, y lo pagó con un triunfo de Cambiemos. Lo mismo sucedía en Entre Ríos, donde Cambiemos llegaba al 53,2 por ciento. En La Rioja, Cambiemos ganó diez puntos con respecto a las PASO y le infligió una derrota a Carlos Menem, quien no obstante era reelecto como senador.

El peronismo, en tanto, mantenía su dominio en distritos como Formosa, Tucumán, Catamarca y San Juan. También confirmó el triunfo en las primarias en Río Negro y Tierra del Fuego. Pero en estos dos casos, gracias a la maniobra de fuerzas provinciales que buscaron congraciarse con el gobierno de Macri y bajaron sus listas, Cambiemos conseguía un diputado en cada una.

En Santiago del Estero era el único lugar donde también se elegía gobernador. Allí Gerardo Zamora –de origen radical y antiguo aliado al kirchnerismo– no tuvo inconvenientes en confirmar su supremacía superando el 65 por ciento de los votos.

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