Los últimos datos recopilados por el organismo que reúne a universidades de la CGT y la CTA, revelaron una inflación del 4% para el mes de febrero. La inflación interanual, por arriba del 50 por ciento, es la más alta en los últimos 28 años. La elevación de los aumentos de precios estuvo liderada, según el instituto, por la categoría «Vivienda y sus servicios», con una aceleración del 5,7% apoyada en los aumentos en electricidad.
En segundo lugar, “Otros bienes y servicios” trepó 5,5%, por los aumentos en cigarrillos y pañales. Por otro lado, “Alimentos y bebidas”, la categoría de mayor peso en la canasta de los trabajadores, aumentó un 4,8%, en un mes en que se registraron marcadas alzas en frutas, carnes y pescados.
Al mismo tiempo, la entidad informó que durante el me de febrero el poder adquisitivo de los trabajadores formales fue un 11,5% inferior al de febrero de 2018, ubicándose en su peor momento desde los últimos nueve años. En cuanto a la tasa de empleo, el informe revela que desde marzo de 2018 se destruyeron más de 130.000 puestos de trabajo, teniendo al sector industrial como protagonista.
Por otro lado, el informe refleja la diferencia del impacto de la inflación sobre los distintos sectores de la sociedad. Para los sectores humildes, durante febrero la inflación fue sensiblemente más intensa, debido a que los aumentos en las facturas de luz, transporte público y alimentos golpean relativamente más a los trabajadores menos pudientes. Eso explica por qué, según el Instituto Estadístico de los Trabajadores de la Umet, los sectores menos pudientes percibieron un impacto inflacionario del 5,1% durante el mes de febrero contra un 2,8% del impacto percibido por los sectores de altos ingresos.