Alerta mundial por el ataque de EE.UU.
Desde la Secretaria General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pasando por China, Rusia y Francia, todos llamaron a la moderación de las partes.
Las reacciones no se hicieron esperar luego del ataque estadounidense que terminó con la vida del líder militar iraní, Qasem Soleimani. Desde la Secretaria General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pasando por China, Rusia y Francia, todos miembros permanentes del Consejo de Seguridad del organismo, dijeron que veían con suma preocupación el ataque. Por su parte el primer ministro de Israel Benjamín Natanyahu defendió la iniciativa de Donald Trump.
El Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres pidió a los líderes del mundo bajar el nivel del conflicto. «El mundo no puede permitirse otra guerra en el golfo Pérsico”, alertó Guterres. «El secretario general ha defendido constantemente la reducción de las tensiones en el Golfo. Está profundamente preocupado por la reciente escalada», aseguró su portavoz, Farhan Haq, en un breve comunicado.
El presidente francés Emmanuel Macron acordó seguir en estrecho contacto con su par ruso, Vladimir Putin, sobre la situación en Irak. «Tenemos que evitar una nueva escalada peligrosa de las tensiones y pedir a todas las partes que actúen con moderación», anunció Macron. En una entrevista con el jefe de estado ruso, Macron recordó el compromiso de Francia con la soberanía y la seguridad de Irak. También dijo que su país defiende la estabilidad en la región. “Pedimos a Irán que regrese rápidamente al pleno cumplimiento de sus obligaciones nucleares y se abstenga de toda provocación», añadió la presidencia en un comunicado.
El gobierno de China también manifestó su preocupación por el ataque. «Hay que preservar la paz en Medio Oriente y la región del Golfo pérsico”, dijo el vocero de la Cancillería china Geng Shuang. «Urgimos a todas las partes involucradas, especialmente Estados Unidos, a mantener la calma y la moderación y evitar una mayor escalada de tensiones», agregó Shuang.
Por su parte el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, celebró la muerte de Soleimaini y aplaudió a Trump. El presidente estadounidense actuó con rapidez, fuerza y decisión, e Israel respalda a Estados Unidos, dijo Netanyahu antes de embarcarse en un vuelo desde Grecia a Israel. El premier tenía previsto viajar a Chipre tras participar ayer de una cumbre en Atenas. Sin embargo tuvo que adelantar el retorno a su país ante la amenaza de una reacción violenta de grupos vinculados a Irán tras la eliminación de Soleimani. El Ejército israelí ordenó el cierre de una estación de esquí en el Monte Hermón, en los Altos del Golán, pero no anunció haber tomado otras precauciones. Medios israelíes informaron que el Ministerio de Relaciones Exteriores elevó la seguridad en embajadas y delegaciones en todo el mundo.
A su vez, el canciller británico Dominic Raab, pidió calma y dijo que «un conflicto mayor no está en el interés de ninguno de nosotros», en un comunicado en el que ni apoyó ni condenó el ataque estadounidense. El Reino Unido suele respaldar las acciones de Estados Unidos en Medio Oriente. Alemania, por su parte, dijo que la situación en Medio Oriente llegó a un «punto peligroso» y que los conflictos en la región solo pueden resolverse con la diplomacia. Una de las máximas autoridades de la Unión Europea (UE), Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, dijo que hay riesgo de un brote de violencia generalizada en toda la región.
El movimiento islamista palestino Hamas, que controla la Franja de Gaza y es aliado de Irán, condenó el asesinato de Soleimaini. A su vez responsabilizó a Washington por el derramamiento de sangre en la región con su «comportamiento agresivo que fomenta conflictos». En el Líbano, el líder del grupo Hezbollah -otro aliado de Irán-, Hasan Nasrallah, prometió vengar a los asesinos del general iraní. La Cancillería de Siria condenó lo que calificó como una agresión criminal y traicionera de Estados Unidos y advirtió de una escalada peligrosa en la región. Anwar Gargash, ministro de Estado para Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, un país aliado de Estados Unidos y ubicado frente a Irán, al otro lado del Golfo Pérsico, pidió un enfoque calmo, libre de emociones.
