Salud

Alerta: Cuidado infantil para evitar problemas en vacaciones

Sea cual sea el destino de las vacaciones, en esta época hay que tener ciertos cuidados con los mas pequeños del hogar, en casa en la playa o donde sea que disfrutemos de las vacaciones.

A continuación algunos consejos a tener en cuenta.

Ahogamiento: Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ahogamientos representan la segunda causa de muerte por traumatismo no intencional en las infancias y adolescencias menores de 20 años, luego de los accidentes de tránsito.

Y si bien quienes presentan mayor riesgo de ahogamiento por inmersión son los menores de cinco años, este tipo de accidentes ocurre en todas las edades.

Esto se puede evitar impulsando la enseñanza de nadar correctamente a todos los niños a partir de los cuatro o cinco años, usar salvavidas (tipo chaleco con abertura anterior, con al menos tres broches seguros y correa pasada por la zona inguinal, de material sintético de alta flotabilidad), mirar y vigilar al niño constantemente cuando se encuentra cerca o dentro del agua.

Toda pileta debe tener un cerco que la rodee por completo de una altura mínima de un metro con una puerta de acceso que no pueda ser abierta de ninguna forma por los niños. En los adolescentes y pre adolescentes, la mayoría de las situaciones suelen presentarse en ríos, arroyos, lagos y mares, fundamentalmente por falta de observancia de reglas elementales de seguridad. Estas circunstancias hacen que sea indispensable instrumentar medidas de cuidado para evitar estos accidentes que son prevenibles.

Golpe de calor y deshidratación: Se recomienda que los niños permanezcan en lugares frescos y ventilados, vestirlos con ropas claras y holgadas, mojarlos con frecuencia, evitar actividad física intensa, protegerlos de la exposición al sol en forma directa por lo menos entre las 10 y 16, usar sombrero, comer liviano, ingerir líquidos frescos frecuentemente, aumentando en algunos casos entre un 25 y un 50% la cantidad habitual, e incrementar la frecuencia del amamantamiento en los más pequeños, son las principales sugerencias hechas por los especialistas.

Es importante en estos días ofrecerles agua fresca a cada rato. Mientras que a los bebés menores de seis meses que se alimentan con lactancia materna en forma exclusiva se les debe ofrecer el pecho en forma frecuente en épocas de calor, dado que son más vulnerables y proclives a presentar deshidratación si no se les garantiza un aporte de líquido adecuado.

Cuidar la exposición al sol: El sol puede producir varias lesiones visibles o no, actuales o futuras. Los rayos del sol se acumulan año tras año en nuestra piel y producen manchas solares, envejecimiento con arrugas, reacciones alérgicas, golpe de calor (debido al exceso de la exposición solar y altas temperaturas pueden aparecer dolor de cabeza, náuseas, vómitos, mareos y fiebre), cáncer de piel y pigmentación de cicatrices.

Se recomienda::

– Evitar la exposición solar entre las 10 y las 16, período en que los rayos ultravioletas están más perpendiculares a la tierra y son más potentes.

– Usar protector solar de acuerdo con el tipo de piel (con un índice de protección solar mayor de 30). Colocarlo 30 minutos antes de la exposición solar y renovarlo cada dos horas ya que la sudoración y el baño disminuyen el efecto del protector.

Cabe recordar que el protector solar deberá colocarse en todas las partes del cuerpo expuestas al sol, sin olvidarse del cuello, las orejas, las manos y el dorso de los pies.

Conjuntivitis estacional: Las altas temperaturas invitan a refrescarse pero el agua clorada de las piletas y el ambiente colmado de gente en la playa aumentan los riesgos de contraer conjuntivitis.

Cuidar la higiene ocular es fundamental. Evitar compartir las toallas y refregarse los ojos con las manos sucias, lavar la cara con agua y jabón al salir de la pileta. El uso de lágrimas artificiales puede ser de gran utilidad para mantener los ojos lubricados.

Cuidar los ojos del sol: Los niños suelen pasar más tiempo al aire libre en vacaciones y, por tanto, están más expuestos a sufrir afecciones en sus ojos. Por eso, hay que evitar la exposición en las horas de máxima intensidad, así como ponerles gorros o sombreros y usar lentes de sol con filtro UV a partir de los cinco o seis años.

Es muy importante proteger a los niños de la radiación UV, ya que está demostrado que más de la mitad del tiempo que una persona pasa expuesta al sol en toda su vida sucede antes de los 16 años.

Sangrado nasal: Ocurren de manera especialmente frecuente entre niños y adolescentes, de los 2 a los 15 años, tanto durante como después de la exposición al sol.

En la gran mayoría de los casos, se debe a alteraciones locales de los vasos que irrigan las fosas nasales, que se dilatan con el calor y, ante el mínimo roce o al hurgar en la nariz, se produce una erosión y aparece el sangrado.

Entre las causas del sangrado nasal en niños figuran la congestión y las erosiones en la mucosa nasal, que hacen que puede sangrar fácilmente, también por traumatismos, como caídas o golpes en las fosas nasales. En verano, además, las altas temperaturas hacen que los vasos sanguíneos se dilaten, así pueden romperse produciendo un sangrado repentino.

Lo más importante es lo más difícil: se debe mantener la calma, hacer que el niño respire por la boca, colocarle la cabeza y el cuerpo hacia delante, para evitar el atragantamiento. En tanto quien lo asista deberá taponar con algodón embebido con agua oxigenada la fosa sangrante y presionar a modo de pinza con los dedos índice y pulgar durante al menos 15 minutos. Se debe evitar el uso tanto de vinagre como de alcohol.

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