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Tsunamis y terremotos: 30 mitos, preguntas y respuestas que debes conocer

¿Pueden los animales predecir sismos? ¿Varios temblores pequeños equivalen a uno mayor? ¿Por qué despertamos segundos antes de un terremoto? ¿Por qué hay más terremotos que antes? Cómo puedo sobrevivir a un maremoto? Acá te respondemos éstos y otros cuestionamientos.

 

Por siglos, los terremotos y maremotos (o tsunamis) han llamado la atención de todo tipo de culturas. Su fuerza y capacidad destructiva ha generado centenares de mitos en torno al tema, intentando explicar su naturaleza, efectos, e incluyendo varios mitos que a pesar de ser refutados una y otra vez por la comunidad científica aún se mantienen en la memoria colectiva. Elegimos 28 de los más comentados, a propósito de lo ocurrido ayer en el norte de Chile.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Por qué hay tantos terremotos en Chile?

Nuestro país se ubica en el límite de la placa tectónica de Nazca, que está siendo empujada por debajo de la placa Sudamericana entre 7 y 8 centímetros por año, en un área que va desde el sur de Perú hasta el norte de Chile. La presión producida entre ambas placas en las profundidades de la corteza terrestre generan una enorme presión, que al ser liberada provoca lo que conocemos como terremoto.

Además, Chile, Nueva Zelanda, Bolivia, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Estados Unidos y Canadá se ubican en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona de unos 40 mil Km. de longitud que une a través de una línea imaginaria Chile con Nueva Zelanda. Este cinturón concentra algunas de las zonas de subducción más importantes del mundo y que cuenta con gran actividad sísmica, con un 75% de los volcanes del mundo, con un total de 452 cráteres activos e inactivos.

Los animales son capaces de anunciar terremotos 

La primera referencia acerca de este fenómeno ocurrió en Grecia en el año 373 antes de Cristo, cuando «ratas, comadrejas, serpientes y ciempiés abandonaron sus hogares varios días antes de un terremoto». De ahí en adelante, ha sido un tema de debate por años, sin llegar a una conclusión satisfactoria y aunque existen miles de casos de conductas extrañas antes de un temblor, no ha sido posible encontrar un patrón específico que pueda ser avalado por la ciencia, como el tono del ladrido de un perro o el movimiento de los pájaros. Lo que si se conoce es la capacidad de detectar ondas de baja frecuencia, pero las ondas primarias y secundarias (que provocan el desastre) sólo vienen unos pocos segundos después.

Aún así, se sabe del caso de sapos que huyen de sus colonias, y un estudio realizado durante 23 días antes de un terremoto grado 7 en Perú dio cuenta de la capacidad de algunos animales para anticipar con una semana de anticipación un movimiento sísmico, aún a más de 320 Km del epicentro. En la actualidad investigadores chinos se encuentran monitoreando animales con este objetivo, visualizando el comportamiento de 2 mil gallinas, 200 cerdos, un estanque con sapos y peces, además de pandas, perros, gatos, serpientes y otros.

¿Es posible predecir terremotos?

A pesar de la insistencia de los científicos, aún hay quienes creen que estos fenómenos pueden relacionarse con algún tipo de predicción (hablamos de días, meses o años), ya que en otras áreas como la meteorología los adelantos tecnológicos pueden ayudar a la población en casos de lluvias o huracanes. Lo más cercano son las alarmas sísmicas ubicadas a lo largo de las fallas tectónicas, pero sólo sirven como un aviso que se está produciendo un sismo en el mismo momento.

¿Es posible generar un terremoto de forma artificial?

En algunas localidades de Japón, Canadá y EE.UU se han documentado leves temblores inducidos producto de la inyección de fluidos en pozos profundos para eliminar residuos y recuperar petróleo, además de labores de minería y el llenado de embalses para abastecer de agua a la población. Lo mismo ocurre con los ensayos nucleares, aunque sólo en el área inmediata al sitio de la prueba. En cuanto a otras actividades que tengan relación con un terremoto provocado no hay evidencia de ello ya que el proceso ocurre en un punto de origen a centenares de kilómetros de la superficie, y la tecnología necesaria no existe.

¿Por qué despertamos antes de los temblores?

Más allá de una coincidencia, que despertemos algunos momentos antes de un temblor tiene que ver con la llamada «sensibilidad a los terremotos», un fenómeno aún no explicado por la ciencia que incluye a personas que dicen sentir dolores de cabeza, mareos, zumbidos de oído y ansiedad entre otros síntomas. Al igual que los animales, los humanos tienen la posibilidad de sentir las ondas provenientes de un epicentro, aunque sea unos pocos segundos y sobre todo si estamos durmiendo. Es ahí donde generalmente se escuchan los ruidos subterráneos.

Últimamente se han sentido más terremotos que antes 

La explicación es simple. El incremento en el número de terremotos medidos tiene que ver con el registro de las múltiples estaciones sismológicas a través del mundo (cada año se agregan más), la comunicación por internet, donde es posible visualizar en tiempo real cada episodio telúrico, y cierto grado de paranoia en las redes sociales.

¿Por qué luego de un terremoto continúo sintiendo temblores aunque no los haya?

Si sientes que todo el tiempo está temblando, duermes poco y mal, no te atreves a estar solo(a) y al temblar te descontrolas, probablemente tengas estrés postraumático. Sus síntomas son variados: mal genio, irritabilidad, aislamiento, pasividad, bloqueo emocional, ahogo, traquicardia, sensación de temblores «internos», angustia, estar muy alerta o vigilante a todo movimiento y otros.

Si estás en uno de estos casos, lo mejor es buscar apoyo y calma en la familia o amigos. Hacer ejercicios suaves también es recomendable, o ingerir relajantes naturales. Si los problemas persisten, consultar a un médico especialista, ya que es posible que requieras tratamiento farmacológico o psicoterapia.

La tierra te traga durante un terremoto

El cine hollywoodense ha aportado mucho en este mito. La película «Terremoto» de 1974 mostraba gente, autos y casas cayendo por grietas abiertas producto de uno de estos fenómenos, aunque en realidad estas aperturas no son tan profundas como se cree debido a que las fallas son horizontales y no verticales.

El sitio más seguro es el marco de una puerta, y hacer caso al «triángulo de la vida»

La época de las casas de adobe nos recuerda que luego de un terremoto, lo único que quedaba en pie eran los marcos de las puertas. Sin embargo en la actualidad las estructuras poseen varias características antisísmicas, seguras y estables, por lo que en el caso de uno de estos eventos lo mejor es cubrirse bajo una mesa, protegiendo la cabeza y cuello con los brazos. Aún así, el único consejo relacionado es abrir la puerta por temor a un encierro producto de la deformación del marco.

En cuanto al «triángulo de la vida», éste tiene una génesis similar y considera al suelo como el mejor sitio de protección, recostándose junto a algún sofá o cama para evitar ser aplastado directamente por el derrumbe de paredes y techos, lo que ocurre principalmente en construcciones más débiles.

Los terremotos ocurren cuando hay clima seco y caluroso, o después de una sequía

Fue Aristóteles en el siglo 4 quien propuso que los movimientos telúricos se producían por vientos calurosos atrapados en cavernas, y que el terremoto era la consecuencia de la salida del este aire hacia la superficie. Pero no es así, ya que estos fenómenos se producen por el roce y colapso de las placas, por lo que puede ocurrir en cualquier estación del año y con distinta temperatura. Por ende, factores como la lluvia, contaminación, viento o presión atmosférica sólo afectan a la superficie, y un terremoto tampoco causa cambios en el clima. En cuanto a las sequías, los sismos ocurren a varios kilómetros de profundidad, por lo que no existe un vínculo entre un año poco lluvioso y un terremoto.

Las nubes y la lluvia dan cuenta de la proximidad de un terremoto

A fines de la década de los 90, un químico chino de nombre Zhonghao Shou presentó una teoría que considera a las nubes iridiscentes como un predictor de terremotos, más aún luego de un sismo de gran magnitud en Irán ocurrido en 2003. Sin embargo, las nubes a las que se refiere son más comunes de lo que se piensa y su estudio fue desestimado por la comunidad científica, ya que en varias oportunidades estas formaciones se vieron en el cielo sin ninguna consecuencia. En el caso de las lluvias, un estudio de 2008 vinculó a las lluvias torrenciales con pequeños temblores en cuevas y canales subterráneos debido al aumento de presión, aunque la cantidad que se necesita es enorme para producir un movimiento apenas medible por un sismógrafo.

La réplica siempre es menor que el evento principal

Se cree que de alguna manera una réplica es un evento «menos preocupante» y que el daño mayor ya ocurrió, aunque no siempre es así. La verdad es que una réplica no es independiente del temblor que la generó, ya que la ruptura y energía liberadas son similares, por lo que si alguna de ellas golpea a un sitio poblado el daño puede ser igual o más catastrófico. Esto quedó en evidencia en Christchurch, Nueva Zelanda en febrero de 2011 con la réplica de un sismo menor. Por ello, cualquier movimiento telúrico tiene la misma probabilidad estadística de desencadenar un temblor mayor.

Varios temblores pequeños son equivalentes a un gran terremoto

Los pequeños temblores nunca son suficientes para eliminar el evento principal. Comparados con la liberación de energía de los sismos de gran magnitud, éstos son apenas un roce entre las placas tectónicas, ya que el aumento no es equivalente sino exponencial. Cada magnitud representa aproximadamente 31,6 veces más energía liberada, por lo que si tomamos a un temblor grado 3 como referencia, necesitaríamos 32 temblores para igualar a uno de magnitud 4, mil para uno de magnitud 5 y mil millones para un grado 9, por ejemplo.

Dos terremotos a distancia están relacionados si ocurren a pocas horas o días de diferencia 

Un gran terremoto en Japón, ¿puede provocar uno similar en Chile? A largas distancias, no. Y de ser así (hablamos de miles de kilómetros), son sólo temblores menores, breves y muy profundos, debido que la corteza rocosa de la Tierra no es suficientemente rígida como para transferir el «estres» provocado por el fenómeno. Sin embargo, la evidencia sugiere que un evento de gran magnitud sí tiene la capacidad de desencadenar réplicas a cientos de kilómetros alrededor del sismo principal.

 

Un «simple» temblor grado 4 es siempre igual en todos lados

Hemos escuchado acerca de temblores grado 4 o 5 con caídas de estructuras e incluso muertos, cuando en Chile uno de esos sismos apenas pasan por una anécdota para el ciudadano común. Lo cierto es que hay países más o menos preparados ante estos fenómenos, y el daño tiene que ver con la profundidad del epicentro. Entre más cercano sea a la superficie, más destructivo será.

Los grandes terremotos son en la madrugada

Múltiples estudios han demostrado que no existe relación alguna entre los meses del año, la hora del día y los terremotos. Tal afirmación parece ser popular debido a que mientras estamos acostados, la sensación de silencio y quietud no hace más que amplificar el ruido que antecede al fenómeno y al movimiento en sí. Un buen ejemplo son los grandes terremotos de Valdivia en 1960 (magnitud 9,5, 15:11 horas), Algarrobo en 1985 (magnitud 8.0, 19:47 horas), Japón en 2011 (magnitud 8,4, 14:46 horas) e Illapel este 2015 (magnitud 8,4, 19:54 horas).

 

¿Los «megaterremotos» son posibles? 

Teóricamente sí, aunque es muy poco probable debido a que técnicamente la magnitud de un terremoto es proporcional a la longitud de la falla que lo provoca. Por ejemplo, la Falla de San Andrés de 800 Km de largo no alcanza para un terremoto de magnitud 10,5, que requiere un tamaño muchas veces mayor. Hasta ahora, el fenómeno más grande jamás registrado ocurrió en Valdivia el 22 de mayo de 1960con una magnitud de 9,5, en una falla de unos mil kilómetros de largo.

Aún así la escala es abierta, por lo que la ciencia aún no ha puesto un límite en lo que concierne a un terremoto, y los registros apenas datan de unos cien años.

 

¿Es posible que un terremoto de gran magnitud afecte a la Tierra? 

Diversos estudios de la Nasa comprobaron que este tipo de movimientos sí son capaces de afectar el eje y la duración del día terrestre. En 2004, el terremoto de 9,1 grados en la escala de Richter azotó la isla de Sumatra en el sudeste asiático, modificando el eje de la Tierra en 17,8 cm y acortando el día en 6,8 millomésimas de segundo. En 2020 en tanto, el terremoto de 8,8 en Chile movió el eje de la Tierra en ocho centímetros y acortó el día en 1,26 millonésimas de segundo. Un cambió imperceptible para las personas, pero que grafica la gran potencia de ambos eventos.

Maremotos

Un maremoto es una única ola gigante

Nuevamente hollywood se hace presente en este mito. Se trata de una serie de ondas con minutos de diferencia entre ellas, y no tiene que ver con las mareas. Tampoco se relaciona con la influencia de la luna, el viento o la estación del año, aunque sí el impacto de un maremoto sobre una costa depende del nivel de la marea en el momento del fenómeno.

Sólo un terremoto provoca los maremotos 

No siempre. Un tsunami también puede ocurrir luego de un deslizamiento considerable de tierra (como Aysén en 2007), a causa de erupciones volcánicas o incluso el impacto de un meteorito gigante, como sucedió hace 3,5 millones de años.

 

¿Cuáles son las condiciones para que se genere un tsunami?

No todos los movimientos submarinos generan un tsunami destructivo. Éste debe ser suficientemente violento como para que la masa de agua pueda desplazarse de forma repentina, ya que está determinado por la magnitud de la deformación vertical del fondo marino.

¿Cuál es la velocidad del maremoto?

Su velocidad es tan rápida como un avión comercial (cerca de 700 u 800 Kilómetros por hora) y puede llegar a tierra en un lapso de entre 15 minutos y un día. Para el cálculo matemático se consideran variables como el sitio donde se originó, la profundidad, distancia y cuándo se produjo. En la costa, su velocidad disminuye a cerca de 30 o 40 km/h.

¿Es posible ver un maremoto desde lejos?

No. Incluso para un barco en medio del mar el fenómeno puede pasar inadvertido, ya que sólo al llegar a la costa con aguas menos profundas, frena su velocidad y aumenta su tamaño, debido a que el área superior de la onda se mueve más rápido que el área inferior.

Todos los maremotos llegan a tierra

Es relativo, debido a que muchos se disipan en medio del océano y en tierra sus efectos son casi imperceptibles. Técnicamente un maremoto puede medir un metro de altura o menos.

¿Es posible construir muros o disipadores de maremotos?

Características geológicas como formaciones submarinas, bahías, arrecifes o entradas de río pueden disipar la energía de un tsunami o variar levemete su dirección, aunque la existencia de un muro no garantiza que el daño sea menor. Se han conocido de maremotos con hasta 30 metros de altura, olas de 10 metros y con una penetración de 300 metros hacia el interior. La cantidad de metros que ingresa un maremoto depende de la inclinación del terreno, más aún cuando se trata de zonas planas.

 

¿Cuáles son las señales de advertencia que podemos percibir en tierra?

Si el terremoto es de magnitud 7 o más, es my probable que exista algún episodio relacionado a un maremoto, con menor o mayor percepción en tierra. Para reconocerlo debemos estar atentos al momento del fenómeno: Si no podemos mantenernos en pie durante el sismo, lo mejor es mantenernos alejados tanto de la costa como los ríos y arroyos que desembocan en el océano cuando éste haya finalizado. Fijarnos en la reducción repentina del nivel del agua en las playas también es útil como medida precautoria, aunque esto último no es 100% seguro. La marea también produce disminución del nivel, y en 2010, a días después del maremoto, alguien observó una disminución del nivel de agua en Valparaíso (bajamar) y afirmó que se trataba de un maremoto, provocando evacuación masiva en Valparaíso y Viña del Mar, finalizando en la muerte de un hombre por infarto.

 

La primera ola de un maremoto es la más peligrosa

Al igual que las réplicas de un terremoto, donde puede existir una réplica mayor que el primer movimiento, la primera ola en llegar a la costa no es necesariamente la más peligrosa, debido a que el maremoto consta de una serie de olas y el fenómeno total puede durar varias horas. La distancia entre las olas puede ser de cinco minutos hasta una hora. El tamaño de las olas puede variar según el área afectada, ya que depende de las características geológicas del sector.

¿Qué se puede predecir de un maremoto?

Es posible conocer la llegada de las primeras manifestaciones en la costa a los pocos minutos de producido el fenómeno, aunque las estimaciones más precisas se realizan una vez que éstos llegan a tierra. A pesar de las mediciones, no hay forma de predecir la altura de las olas.

¿Qué provoca el daño?

Los estudios indican que el efecto más devastador ocurre luego que una ola golpea, se retira y todos los desechos juntos ingresan con la ola siguiente, con más fuerza y peso.

Si me sostengo en un objeto sólido tengo más probabilidades de sobrevivir

Como referencia, un metro cúbico de agua dulce pesa 1 tonelada y de agua de mar, 1,25 toneladas. Si una ola se mueve al llegar a tierra a casi 50 Km/h, es casi como una camioneta de gran tamaño y si eso lo combinamos con elementos flotantes y escombros, sostenerse en esas condiciones es muy difícil.

 

Fuente: La Tercera (Diario Chileno).

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