Policiales

Policía detuvo un camionero que luego murió. Denuncian que fue torturado

La familia del transportista sospecha que lo torturaron. El hombre tenía antecedentes de presión alta. Al momento del ingreso al hospital, la víctima estaba deshidratado, con evidentes signos de haber estado precintado y un alto riesgo de muerte encefálica.

Salta – Según consigna el medio Diario Info Salta, Norberto José Meana de 48 años murió en circunstancias poco claras, “la policía de Coronel Cornejo se lo llevó pensando que estaba borracho o drogado sin siquiera saber qué tenía”. Expresó su familia.

Meana habría estado detenido por mas de 16 horas descompensado en una celda. Un primo, también camionero comenzó su búsqueda ya que el satélite del vehículo marcaba la ubicación en Coronel Cornejo, el mismo lugar que Norberto había comentado a sus parientes que iba a parar a descansar porque “se sentía mal, tenía mucho dolor de nuca” (eso fue el domingo 15 a las 15 horas).

Ya para el lunes 16, su primo Daniel llamó a la Policía y cuando preguntó por Meana le dijeron: “no vamos a tolerar más, no sabemos qué sustancia o qué tomó este tipo”.

Lo llamativo y lo que despierta las sospechas de los familiares es que ante esa situación los uniformados “no llamaron a un médico, ni lo llevaron al hospital”.

Los policías manifestaron que “Norberto había estado manejando ebrio o drogado”. El lunes cerca del mediodía el transportista recién fue trasladado al hospital de Mosconi y luego derivado al hospital Juan Domingo Perón de Tartagal. “Ingresó con el diagnóstico de un ACV hemorrágico…”

“Nosotros creemos que a mí hermano lo abandonaron, no lo asistieron, lo golpearon y detuvieron mientras él estaba haciendo un ACV”, manifiesto a InfoSalta Facundo Meana.

Y agrega: “Ni siquiera agua le dieron, fue una total negligencia, jamás le mandaron a hacer un toxicológico para ver si realmente mi hermano tenía alcohol en sangre o estaba descompasándose, pasaron más de 16 horas que estuvo detenido, al ingresar al hospital mi hermano registró 220 palpitaciones por minuto, más de 22 de presión arterial, deshidratado, todo orinado, con las manos hinchadas, y muchas marcas que nos hace pensar que pudo estar precintado, ya que tenía las manos como dos guantes de boxeo, yo logré verlo aún con vida, estaba muy alterado”, asegura Facundo.

Según el cardiólogo Eduardo Tobal, se trataba de un paciente de alto riesgo con “muerte encefálica”.

“Hace 35 años que mi hermano manejaba y nunca tuvo un accidente. En el tiempo que existía el escalafón en la Licencia Nacional de Habilitante, mi hermano sacaba siempre el uno en las pruebas en grupos de 30 o 40 choferes profesionales. Así que no sé qué quieren inventarle, sabía muy bien hasta dónde llegaban sus límites, cuándo se sentía mal y podía avanzar un poquito más o tirarse a descansar”, cuenta Facundo.

La versión de la Policía a la familia

“Cuando fui a la comisaría de Cornejo a sacarlo a mi hermano me atendió un tal Farfán que me dijo que habían hecho una denuncia anónima al 911 señalando que mi hermano había estado manejando zigzagueando por la ruta el domingo a las 18.30. Y le pregunté cómo había pasado eso si mi hermano en ese momento no estaba en ruta, estaba descansando desde las 15.30. Abrió grande los ojos y se fue a la bosta, sin responder. Lo único que me dijo fue que le llevara el certificado médico”.

“Pienso que quizás mi hermano se bajó a orinar, lo vieron tambaleando y se les ocurrió que estaba borracho. Lo cierto es que no se contactaron ni con la familia, ni con la empresa para la que estaba trabajando, con nadie, se lo llevaron esposado y lo dejaron en un calabozo. Todo ese tiempo su estado se agravó y lo condujo a la muerte”.

Facundo cuenta que aún no pudieron radicar la denuncia pero van a hacerla, además asegura que ya se comunicó con la Fiscal Verónica Simesen de Bielke, y que le dijo que “iba a averiguar”.

Antecedentes de represiónes y apremios ilegales en Salta

Desde que comenzó la cuarentena por la pandemia se registraron varias denuncias de abuso de poder por parte de la Policía de Salta. Son más de 20 los casos conocidos públicamente de violencia institucional cometidos por parte de miembros de las fuerzas de seguridad. Y lo que realmente preocupa es la inacción de la justicia salteña y del Ministerio Público Fiscal, ante las demandas realizadas.

Además cabe destacar que los hechos de violencia sistemática contra los más vulnerables subieron con el decreto 255, que otorga facultades extraordinarias a la fuerza policial para el cumplimiento del aislamiento social. Estos hechos de violencia se suscitan en distintas modalidades, así también las denuncias.

Los datos son escalofriantes y ya superan solo en personas reprimidas los 3000, estos números implican un sexto del total nacional en una provincia que representa el 2% del padrón electoral.

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