La búsqueda de Black Mambo desemboca en Magdalena, su primer álbum de estudio
Black Mambo es un cóctel sonoro que valora la riqueza de su geografía propia y la pone en diálogo con los lenguajes mundiales del house y el deep house.
Su propuesta entreteje la tradición con lo contemporáneo y, siempre desde el respeto y la admiración, el dúo ha encontrado la inspiración en la riqueza vegetal y animal de Colombia, en los sonidos ancestrales del Pacífico y el Caribe. Abriendo la mirada y los oídos, Black Mambo no se conforma con construir cortes de elegante factura para la pista de baile, sino que ha dado forma a mezclas introspectivas que proponen un sentido más allá de la fiesta y que se configuran como mantras para los momentos de silencio y descubrimiento interno. Sus producciones son evocativas de una riqueza que muchas veces pasa desapercibida en los grandes centros capitales, invitándonos a salir del mundo de las pantallas para conectar con la magia viva bajo el suelo y sobre nuestras cabezas.
Ahora, después de tres años de trabajo Black Mambo presenta su primer álbum, Magdalena. La base principal de inspiración para el disco fue un viaje que la banda realizó en bote por Puerto Colombia, en el Atlántico, a través del histórico río Magdalena. Sorprendidos por la relación entre los pescadores y el cuerpo de agua, Black Mambo presenta una reflexión en clave electrónica para volver la mirada sobre la importancia de los ríos en todo el continente latinoamericano. De esta forma, estos once cortes, que llevan el nombre de varios afluentes colombianos, se convierten en una celebración de la riqueza ecológica, vegetal y animal de nuestro país. Así mismo, fungen como recordatorio de la necesidad de preservarlos, pues el impacto sobre la naturaleza está tornándose irreversible a la luz de la huella del hombre sobre el paisaje que lo rodea. Magdalena, en ese sentido, se presenta como un proyecto que excede a lo sonoro y artístico en la medida en la que parte de sus ventas serán donadas para salvaguardar el territorio de la mano de organizaciones certificadas que propenden por su cuidado, su rescate y la reivindicación de su importancia para nuestros ecosistemas.
Según el Instituto Humboldt, la pesca artesanal en el Magdalena involucra a más de 30.000 pescadores y, en los territorios que recorre este gran cuerpo de agua, que cruza 11 departamentos, se produce el 85% del PIB colombiano. Pese a ello, el Magdalena está entre los diez ríos con mayor tasa de erosión a nivel global, puesto que ha sido un espacio fértil para el comercio desde hace dos siglos, involucrando problemas de deforestación, contaminación y eliminación de fauna y flora. A la luz del momento contemporáneo que vivimos como especie, toda iniciativa para mitigar el efecto que nuestra huella deja sobre el territorio es fundamental. A través de sus recorridos por el río, Black Mambo no solo toma de sus aguas la inspiración, sino que se sienten interpelados por las voces dormidas de los dioses olvidados para contribuir con su preservación. Por ello, Magdalena no es solo un disco finamente ejecutado, sino un grito de auxilio que se traduce en una nueva forma de apoyar a la riqueza natural colombiana. De esta manera, Black Mambo ha unido esfuerzos con marcas y fundaciones para ceder un porcentaje de las ventas digitales y físicas del álbum (en vinilo y casete) a causas que propenden por el rescate de esta importante fuente de vida e inspiración. Todos los productos están disponibles en la página web de la banda. Magdalena invita al baile y a la consciencia colectiva. Juntos podemos recordar que la vida es sagrada, que es nuestro deber preservarla, que podemos hacer el cambio.